Paysandú, Miércoles 30 de Diciembre de 2009

Nadie es perfecto

Y se va la segunda...

Locales | 27 Dic (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos). En la medianoche del jueves venidero, en su transformación a viernes; cuando el 31 se convierta en 1; cuando 2009 sume uno y pase a ser 2010, el mundo volverá a su eterno volver a empezar. No es más que un convencionalismo, una manera ordenada de convivir en el mismo planeta. Pero es un momento al que la comunidad mundial le asigna gran importancia, que detiene el presuroso andar, que toma un tiempo para reunirse con la familia, con los amigos. Es tiempo de abrazos, de buenos deseos, de anhelos de ventura y felicidad.
No obstante, esta es una oportunidad realmente especial, es el momento de la zamba, del “se va la segunda”. En la medianoche del jueves al viernes comenzará la segunda década del siglo XXI. La segunda década de hace un siglo dejó una huella indeleble en la historia del mundo. En 1911 el final de la dinastía Qing dio inicio a la República China y Roald Amundsen alcanzó el polo Sur. Un año después el indestructible RMS Titanic terminó en el fondo del océano. Y Antonio Machado publicó en ese mismo 1912 “Campos de Castilla”, ni más ni menos que su obra cumbre, donde expuso las meditaciones del hombre sobre lo “eterno humano”. En 1913 Henry Ford introdujo la cadena de montaje, revitalizando la estructura industrial, generando la verdadera revolución industrial del siglo XX.
No obstante, el año que marcó esa década fue el siguiente, 1914, cuando tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, se desató la Gran Guerra, que pasó a la historia como la Primera Guerra Mundial, cuyos grandes perdedores al cabo de los cuatro años en que se desarrolló fueron los imperios de Austria, que perdió tal distinción para siempre, y el imperio Ruso, cuya monarquía fue exterminada (la familia real fue ejecutada) par dar paso a un nuevo sistema de gobierno, el Bolchevique, liderado por Lenin.
Estados Unidos se convirtió en potencia mundial de primer orden al igual que Japón, cuya primacía en Asia ya nadie discutía. Alemania perdió su pequeño imperio colonial, pero aun así logró mantener su infraestructura nacional, lo que no pudo lograr Francia. Gran Bretaña, aunque menos afectada que Francia, también vio retroceder su prestigio y de repente se encontró en condición de igualdad con Estados Unidos, país sobre el que menos de un siglo antes aún tenía la pretensión de volverlo a integrar a sus colonias.
En 1915 David W. Griffith revolucionó el cine con “El nacimiento de una nación” y un año después “La metamorfosis” de Frank Kafka hizo historia en literatura. Por último, aunque no menos importante, el comienzo de la década, más precisamente el 1º de julio de 1910, vio el nacimiento en Paysandú del diario que hoy es el más antiguo todavía en circulación en Uruguay, EL TELEGRAFO, fundado en una ciudad alejada de la capital y de los grandes capitales, por dos periodistas que creyeron no solo en su intelecto sino especialmente en la comunidad a la que dedicaron sus desvelos (Angel Carotini y Miguel Baccaro), estableciendo un medio de comunicación que desde entonces es claro faro de desarrollo, de impulso del Paysandú industrial de fines de medio siglo XX, de motor descentralizador.
Un siglo después, estamos en un punto similar de la historia, por comenzar la segunda década de otro siglo. Cien años que han marcado la historia de la Humanidad como ningún otro siglo, para bien o para mal. Qué deparará esta década que estamos a punto de comenzar, obviamente, no podemos saberlo, pero sin dudas más alegrías, más progreso, más mentes iluminadas, pero tambien más pobreza, más injusticia, más guerra, más desamparo. Es lo esencial de la historia humana; la cara brillante no puede existir sin la cara oscura.
Esta década que está a punto de finalizar, declarada Década Internacional por una Cultura de Paz y No-Violencia para la Infancia en el Mundo por la ONU, por ejemplo, estuvo marcada por los sucesos de la guerra para combatir el terrorismo declarada por la Administración Bush después de los atentados del 11 de setiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono. También han destacado el auge de China como potencia mundial, la mayor ampliación de la historia de la Unión Europea que se plasmó el 1º de mayo de 2004, cuando las viejas fronteras entre Este y Oeste se rompieron con la incorporación de 10 nuevos países, el ascenso de políticos de izquierda en América Latina y el conflicto de Estados Unidos por mantener un estricto control para evitar el paso de indocumentados a su país.
En 2004 un tsunami en el Índico dejó 280.000 muertos, en 2005 Katrina destrozó Nueva Orleans, en 2006 fue ejecutado Sadam Hussein y Fidel Castro enfermó dejando la presidencia a su hermano Raúl. En 2007 Apple presentó su iPhone, en 2008 la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers inició la crisis económica y financiera mundial y Barack Obama se convirtió en el primer afroamericano en ser elegido presidente de los Estados Unidos.
Este año falleció Michael Jackson, “el Rey del Pop”, y la gripe A (también conocida como gripe H1N1 o gripe porcina), apareció en México, expandiéndose por todo el mundo hasta el punto de ser declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud.
Tras todo eso, la historia del ser humano nos coloca en un nuevo momento histórico, en un momento de renovada esperanza, desde que no solo comienza un nuevo año sino una nueva década. Es tiempo de barajar y dar de nuevo, de volver a empezar, de dejar atrás las decepciones, de hacer (no solo soñar o anhelar) un futuro mejor. Es tiempo de celebrar, la vida, la familia, la amistad, el centenario del diario de todos, de EL TELEGRAFO, este periódico sinónimo de sanducero, de descentralización, de justicia social, de fe en el ser sanducero. Este periódico en el que el venidero 2 de enero cumpliré 30 años aportando modestamente lo mejor de mí mismo, ayudando a escribir la diaria ocurrencia de la sociedad, transformada luego en historia, la de todos nosotros.
La medianoche del jueves al viernes comenzará un nuevo año y una nueva década. Una nueva oportunidad para reafirmar nuestros valores, para volver a creer en nuestras fuerzas, para volver a ser y estar. Comienza el 2010. Comienza la segunda década del siglo XXI. Una buena oportunidad para el brindis. Por nuestra familia, nuestros amigos, nosotros. Por la sociedad, por el mundo. Por los sueños, por las ilusiones. Por el porvenir.
La nueva historia está a punto de escribirse. De nosotros depende que sea mejor, sana, justa. Por nosotros. Feliz 2010. Feliz segunda década del siglo XXI.


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