Rurales | 29 Dic Por ahora las lombrices están preocupando más a los productores que la garrapata, hecho normal en el caso de este parásito que irrumpe con su mayor virulencia en el pico del verano. Pero la abundancia de pastos, excesiva humedad y los primeros calores comenzaron a generar las primeras preocupaciones, según establece Blasina y Tardáguila en uno de sus informes. “La felicidad nunca es completa”, comentó a un operador del Norte, luego que un lote atractivo de ganado no pudiera llegar a la feria por tener garrapata. Pero todavía es un mal incipiente.
Hugo Da Silva, de una veterinaria salteña, indicó a la página “Negocios ganaderos” que la demanda de lombricidas se movió bastante más que los garrapaticidas. En esa zona del Norte, además, se da el hecho de que se mantienen “aunque en menor número” buenas majadas, productoras de lana fina, que cotizaron notoriamente mejor este año, y los productores están prestando atención a sus ovinos. “Hay pocas ovejas pero buenas”, señaló Da Silva, y el productor está poniendo atención en su tratamiento sanitario.
Con las condiciones ambientales de esta primavera/verano también surgieron los problemas podales y se incrementó la demanda de sulfato de zinc para realizar los cuidados preventivos.
Calmo en
lavalleja
“Esperábamos una explosión que no se produjo”, indicó a la página citada Patricia Mesa, de una veterinaria de Minas, refiriéndose a los casos de garrapata. Probablemente ello es consecuencia de que aún no se produjeron días de muy intenso calor en esta región del país. Se observa una mayor demanda, pero “por el momento no es un problema grave”, indicó.
Los técnicos están expectantes por lo que pueda suceder más avanzado el verano, cuando se produce la tercera generación de parásitos, máxime cuando se pronostica un enero lluvioso.
En lo que refiere a los ovinos, la gente que tiene planes sanitarios ya diseñados lo siguen haciendo y se están suministrando las tomas tradicionales de verano, pero no hay casos que generen alarma, aseguró Mesa.