Locales | 31 Dic Miles de argentinos comenzaron a cruzar los puentes sobre el río Uruguay para dirigirse, en su mayoría, a la costa atlántica uruguaya.
Ayer fueron no menos de tres mil vehículos los que cruzaron por el puente General Artigas, generándose una cola de autos, camiones y ómnibus que llegó desde el puente hasta la entrada a la vecina ciudad de Colón. Las demoras fueron de varias horas, hasta cinco en algunos casos, pese a que en el paso de frontera ubicado del lado uruguayo se habilitaron tres carriles para el ingreso.
Casi al límite
“Se trabajó en condiciones casi límites, pero es como todos los años en esta fecha”, dijo a EL TELEGRAFO una fuente vinculada al control de frontera. Es que “pasó mucha gente, y por más que se intenta agilizar el trámite, hay que controlar toda la documentación y los antecedentes”, se explicó. También se destacó que “hoy (por ayer) hay más funcionarios trabajando que el año pasado, pero igual no alcanza”.
Según supimos, la Oficina de Migraciones uruguaya recibió el apoyo de dos funcionarios enviados desde Salto. Mientras tanto, sobre la represa binacional de Salto Grande hasta anoche habían pasado más de 1.300 vehículos particulares -sin contar ómnibus ni camiones- lo que más que duplica la cantidad normal de cruces en ese puente, según se informó a nuestro diario. “Fue un día muy movido, pero normal para la época, como los años anteriores”, recordó un funcionario salteño.
Cuidado con la tasa
Mientras muchos argentinos, en su mayoría acostumbrados, esperan pacientemente que la cola de vehículos lentamente vaya avanzando desde Colón hacia Paysandú, hay otros (incluyendo sanduceros que cruzaron con tarjeta vecinal) que probaron suerte intentando regresar por Salto Grande.
Si bien cruzar la frontera no tiene costo -excepto el peaje cuando corresponde- si un vecino sanducero va a Colón y quiere volver por Concordia-Salto, se encontrará con que tiene que pagar por cada pasajero una “tasa de habilitación de salida” cuyo valor es de 100 pesos argentinos, unos $ 600 uruguayos al cambio de hoy. “La tarjeta de vecino habilita a cruzar solo por distancias menores a 50 kilómetros del paso de frontera, y por menos de 72 horas”, explicó a EL TELEGRAFO un funcionario argentino. Si se recorrerán más de 50 kilómetros o se queda en tierra argentina por más de tres días, el ciudadano deberá gestionar una “tarjeta de entrada y salida”, documento que se completa con los datos personales, plazo y destino.
Según nuestro informante, esta “tarjeta” puede bajarse de la página web de la Dirección de Migración argentina, imprimirla y llevarla ya completa cuando uno va a cruzar la frontera, a efectos de adelantar tiempo.
Si va más lejos de los 50 kilómetros y pasa más de tres días, deberá abonar esa “tasa de habilitación de salida” por 100 pesos argentinos, o de lo contrario hacer el trámite normal de turista.