RELEVAMIENTO FOTOGRÁFICO DE EL TELEGRAFO

Locales | 27 Dic Las termas de Guaviyú son sin duda, el principal centro turístico de Paysandú. Su pozo fue construido al mismo tiempo que sus pares de Daymán y Arapey en el departamento de Salto, pero a diferencia de estas, Guaviyú se formó y creció exclusivamente por impulso municipal, con un perfil netamente social para recreo de la ciudad capital. Recién a mediados de los 90 fueron privatizados algunos terrenos aledaños donde se construyeron unas pocas cabañas y frente al predio, un hotel de mediana categoría.
Para ese momento Daymán ya era un importante centro turístico internacional, con todo un barrio repleto de hoteles y hospedajes a su alrededor, mientras las más exclusivas termas de Arapey, contaban con hotel de cinco estrellas y una infraestructura infinitamente mayor. Fue entonces que la comuna sanducera encaró la construcción de las piscinas cerradas en Guaviyú, a un alto costo que superó el millón de dólares y que formaban parte del plan de reestructura del predio, que posteriormente contaría con nuevo centro comercial, accesos y caminería interna.
Este proyecto se concretó a medias, y hoy en día las piscinas cerradas son quizás el elemento disonante por su calidad arquitectónica entre un sinnúmero de construcciones casi precarias y mal mantenidas. Ciertamente Guaviyú jamás ha sido autosuficiente, por lo que la Intendencia ha tenido que volcar fuertes sumas de dinero para mantenerlas en funcionamiento.
Tampoco es un elemento decisivo en el ingreso de divisas para el departamento, debido principalmente al perfil del visitante –jóvenes y familias de bajo poder adquisitivo, mayormente sanduceros o de la región--, y a la falta de ofertas atractivas para el turista. Por este motivo la actual administración encaró un plan de optimización de recursos que redujo las pérdidas a un mínimo, mientras a su vez busca tímidamente posicionarlas en el mercado como un centro de referencia. En contraste con esta nueva política, existen un montón de factores que deslucen nuestras termas frente a las muy cuidadas de Arapey y Daymán. Ciertamente son detalles, pero que en su conjunto dan un aspecto de dejadez que no condice con lo que se pretende vender al turista extranjero que busca calidad. Este relevamiento fotográfico realizado la semana pasada por EL TELEGRAFO, no pretende ser una crítica a la gestión sino una guía de los aspectos a tener en cuenta para mejorar lo que esté al alcance municipal o privado.