Nacionales | 03 Ene Un motín se desató en la cárcel de mujeres de Cabildo como consecuencia de la muerte de dos reclusos en el Penal de Libertad el jueves, debido a la inhalación de gases tóxicos, producto de la quema de los colchones de su celda. También, como consecuencia de este hecho, el Ministerio del Interior analiza la posibilidad de adquirir colchones que retrasen la propagación del fuego.
Efectivos de la Policía y Bomberos lograron rápidamente controlar el motín que se generó en la víspera en la cárcel de mujeres de Cabildo, en Montevideo. El motín fue iniciado por las esposas de los reclusos que fallecieron en el Penal de Libertad, quienes reclamaban en horas de la mañana una salida transitoria.
El juez les negó el pedido porque ya habían salido el viernes para los velatorios, y por tal motivo, las reclusas iniciaron la protesta con quema de colchones. Otras se sumaron a la protesta, generándose un motín. La Policía intervino para controlar la situación mientras los Bomberos debieron apagar las llamas por la quema de colchones. Pocas horas después se normalizó la situación.
Por otra parte, las autoridades del Penal de Libertad aseguran que se dio una respuesta rápida al incendio y que los reclusos fallecieron por asfixia y no carbonizados. En tanto, reclusos testigos del hecho indicaron al comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario, Álvaro Garcé, que la demora superó los 30 minutos.
Un informante del Ministerio del Interior aseguró a radio “El Espectador” que a nivel de la secretaría existe un alto convencimiento de que tanto en este caso como en el incendio ocurrido en el Comcar el 24 de agosto, donde cinco personas perdieron la vida también producto de la quema de colchones, “se actuó con los tiempos humanamente posibles”.
En la maniobra para apagar el incendio que derivó en el fallecimiento de los dos reclusos del Penal de Libertad se llegó a vaciar un extintor. También trascendió que hay un guardia-cárcel con una mano quemada, algo que señala que se actuó con tiempo e incluso poniendo en riesgo la propia seguridad de los funcionarios, según la fuente ministerial. Con la muerte de los dos presos del Penal de Libertad, el año 2009 cerró con un total de 22 reclusos fallecidos en las cárceles. Esto es el doble de los casos registrados en el 2008.
Por otra parte, el Ministerio del Interior analiza la posibilidad de comprar colchones antiincendios para los centros de reclusión. Estos colchones “ignífugos” --están cubiertos por una tela, previamente tratada, que retrasa la posibilidad de que se prendan fuego-- tienen un elevado costo y en Uruguay se necesitarían unos 4.000. La fuente del ministerio aseguró a la emisora que serían muy necesarios para implementarlos en los centros más conflictivos. Añadió que en caso de adquirirlos se generaría un importante debate, pues el hecho de gastar en colchones especiales para presos “no estaría bien visto por parte de la sociedad”.