Locales | 04 Ene Además de la merma en cargas generada por la crisis financiera internacional, en los últimos meses se han acentuado las asimetrías con los costos en países vecinos, destacaron a EL TELEGRAFO directivos de la Intergremial de Transportes de Carga del Uruguay, los que indicaron que 2009 ha sido un año particularmente difícil.
Destacaron que la adversa coyuntura internacional se tradujo en una reducción del comercio y consecuentemente en el trabajo de las empresas de transporte, a lo que se sumó la baja en la cotización del dólar, aumento en costos y la competencia creciente de las empresas de Argentina y Brasil.
Señalaron que las empresas de transporte del vecino país cuentan con una serie de ventajas respecto a las uruguayas, que incluyen devolución de impuestos, rebajas en los peajes, subvenciones para la compra de camiones, además del precio de los combustibles.
Acotaron que si bien este panorama es difícil en situaciones normales, al reducirse la actividad en la Argentina por menor dinámica industrial y rindes en cosechas muchos camiones argentinos se volcaron a competir en Uruguay con los de bandera nacional, con tarifas sensiblemente bajas y se torna difícil competir con sus costos.
Una prueba de esta distorsión se constata a través del hecho de que crece día a día el número de empresas extranjeras habilitadas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, al mismo tiempo que han dejado de operar empresas uruguayas como consecuencia de su baja rentabilidad en el tráfico regional.
Otro aspecto que preocupa a los empresarios del sector refiere a los costos adicionales que implican las esperas en los pasos de frontera, al punto que destacaron los directivos de la intergremial que el cruce por la aduana del puente “General Artigas” significa costos extra al demorar por lo menos cuarenta y ocho horas la liberación del camión, lo que acentúa el costo sobre todo para el caso de las cortas distancias.
Los transportistas atribuyeron esta dificultad a problemas de infraestructura, teniendo en cuenta que el puente fue concebido para un tránsito no mayor a los 20 camiones por día, cuando actualmente este tráfico es diez veces mayor, lo que constituye una consecuencia del bloqueo del puente “General San Martín”, que sí fue diseñado para absorber este tipo de demanda.