Deportes | 05 Ene El inicio del segundo ciclo de Diego Aguirre como técnico de Peñarol no fue como se esperaba, y no precisamente porque se entrenó bajo lluvia torrencial. Es que el plantel estaba citado para comenzar a entrenar a las 9, y Aguirre recién pudo tomar contacto con sus jugadores una hora y media más tarde.
¿Qué fue lo que sucedió? Los futbolistas se reunieron en Los Aromos a lo largo de ese período de tiempo para intentar arribar a una solución en cuanto a los atrasos que tiene el club con los sueldos.
Los dirigentes rápidamente se hicieron escuchar y plasmaron su malestar con la situación, admitiendo que existe un pequeño retraso en el pago de los haberes de los futbolistas. El vice Edgar Welker admitió que “el retraso es mínimo”, afirmando no solo que “para los de sueldos bajos estamos al día y para los de sueldo alto hicimos un tope”, sino también que “me sorprende y no cae nada grato esta situación con el esfuerzo que ellos saben está haciendo la dirigencia”.
Con este panorama comenzó a entrenar el plantel, que tuvo la presencia del sanducero Egidio Arévalo Ríos como la única incorporación a un grupo que no contará con Maximiliano Bajter, Ignacio Ithurralde, Gonzalo De Los Santos y Julio Mozzo, y que al parecer sí contará con Darío Rodríguez, a quien se le renovaría el contrato pero con otras cifras.
Mientras tanto, los dirigentes esperan por concretar incorporaciones, aunque el tema es complicado porque no hay margen para desembolsar dinero más allá de que lo de Marcelo Sosa se concretará en las próximas horas. Peñarol espera entonces una mano que le permita acercar jugadores. Y esa mano llegaría de Francisco Casal, que está haciendo lo imposible para concretar el arribo de Joe Bizera, Jorge Rodríguez y Bruno Montelongo.
Además apareció el nombre de Nicolás Vingeri, que se suma a los de Jonhatan Urretaviscaya y Abel Hernández, y también el de Cristian “Ogro” Fabianni, quien rescindió contrato con River Plate argentino. Fabianni podría llegar de la mano de Pablo Bentancour.