Deportes | 10 Ene No hay duda. El equipo sanducero de rugby, Trébol, no se detiene en demostrar dónde se hace presente, echa raíces y muestra todo el buen nivel que es capaz de demostrar, con un plantel que se hace respetar.
En el balance de la presencia albiverde en el Seven de Punta del Este, el capitán Ignacio Grignola habló y no dejó nada por decir, pese a la bronca que aún le duraba por no poder llegar a ninguna final.
“Conforme en todo sentido. Más allá de los resultados, que nos hicieron falta para estar en la definción de alguna Copa y no me refiero solo a la Challenger o Estímulo en la que perdimos en semifinales. Lo bueno es que terminamos aplaudidos.
Estábamos para pelear Copa de Bronce como mínimo, porque el equipo rindió como para ubicarse más arriba de ese puesto, al que no lo tenemos en cuenta.
Entiendo que ligamos mal en los cruces y eso, unido a que no pudimos definir bien cuando fuimos a tiempo suplementario en dos partidos, impidió que reflejáramos en una mejor ubicación, todo lo bueno que dio el equipo.
En partidos parejos, como ante ‘Los Pumas’ argentinos, que después del try que apoyaron en el primer tiempo, lo tuvimos dominados y recién pudieron cerrar el partido sobre el final, cuando merecíamos el empate”. Pero lo de Trébol no empezó ni terminó en ese partido. Se inició, en la Serie, ante los fusionados de Lobos Moby Dick, donde, según Grignola “tuvimos la inciativa, nos empataron por errores nuestros y en el momento de la definición en tiempo extra, no supimos hacerlo. Fue el primero que debimos ganar. Ya en cuartos de final lo nuestro fue muy parejo y derrotamos a un Carrasco Polo que siempre es difícil.
Mucho más duro fue el choque de semi ante SIC argentino, un rival de buen nivel, al que le igualamos en gran remontada tras ir en desventaja nada menos que 19 a 0. Gran entrega del grupo permitió esa igualdad y, muy cerca estuvimos del triunfo, pero no pudimos rematarlos y fueron ellos quienes lo hicieron. Lo importante fue la buena imagen que dejamos, con un estilo de juego aceitado, y buen trabajo defensivo.
A esto hay que agregarle la presencia en el equipo titular de jugadores jóvenes que son, sin duda, el futuro del club.
Terminamos aplaudidos, con el público de pie en el Campus, tras el partido ante SIC por la entrega del equipo y seguimos dando que hablar. Algo significativo, además, lo de la gente de Lobos, que nos elogió y quiere copiar nuestro estilo. Ahora el Seven ya pasó pero el buen recuerdo queda. Ahora a descansar un poco y pensar en la pretemporada para la temporada oficial de quince, que se iniciará en febrero”.