Rurales | 10 Ene Medios de comunicación de Brasil informaron días atrás que se había logrado un acuerdo para el ingreso a Uruguay de productos de pollo precocidos, lo cual fue desmentido por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
Concretamente en la Dirección de Servicios Ganaderos del MGAP se dijo que desde Brasil había llegado la solicitud de corrección a una cláusula del acuerdo, que permite la importación de productos de pollo precocido que se realiza desde varios años. Las autoridades uruguayas entendieron pertinente el pedido y se procedió a la firma de un nuevo acuerdo con esa corrección.
Sin embargo, la interpretación que circuló en medios brasileños hace referencia a la importación de pollo fresco, la que Uruguay mantiene cerrada por razones sanitarias, y que es tema de larga controversia con Brasil.
En el MGAP se mantienen dudas sobre el grado de intencionalidad que pueda tener esta interpretación, para que la misma opere como forma de presión para el levantamiento del cierre de fronteras al pollo brasileño.
Esta decisión oficial está basada en la presunta presencia en Brasil de la enfermedad de Newcastle, la que está erradicada en Uruguay. Sin embargo, detrás de esa decisión también se encuentra la protección a la cadena avícola y, fundamentalmente, a los façoneros, su eslabón más débil.
El titular del MGAP, Andrés Berterreche, dijo a El País que lo que se está tratando de hacer desde esa cartera es fortalecer esa cadena.
A su vez, recordó que la liberación a las importaciones de pollo de Brasil forma parte de un conjunto de elementos que se negocian con el país vecino, el igual que la carne ovina o los cítricos con Estados Unidos.