Policiales | 11 Ene Acaba de cumplirse un año desde que el subcomisario Marcelo Rodríguez y el subalterno Wilson López, ambos de la Policía de Paysandú, fueran encarcelados tras ser detenidos en el Puente Internacional “General Artigas” cuando pretendían ingresar a nuestro país con más de 20 kilos de cocaína que habían acondicionado en el baúl de un automóvil.
Mientras Rodríguez continúa en Cárcel Central de Montevideo a la espera de un pedido de extradición hacia la República Argentina, López cumple condena en la Unidad Penal Nº2 de Gualeguaychú. El episodio conmocionó a la sociedad sanducera y constituyó la primera de varias incautaciones de estupefacientes que se registraron en el tendido internacional durante 2009.
Como informáramos en base a versiones extraoficiales, el procedimiento estuvo a cargo de personal de Aduanas Argentinas apostado en el Área de Control Integrado del tendido internacional. El domingo 4 de enero, próximo a las 21, un automóvil Chevrolet Corsa de color gris, matrícula IAC 1413, arribó al control aduanero procedente de la República Argentina. En el vehículo viajaban el subcomisario Marcelo Rodríguez y el subalterno Wilson López, ambos pertenecientes a la Seccional Segunda de Policía de nuestra ciudad. Como suele suceder con los vehículos que llegan desde la vecina orilla, la fiscalización del auto uruguayo estuvo a cargo de aduaneros argentinos. Mientras los funcionarios comenzaban con la inspección, Rodríguez, sabedor de lo que estaba a punto de suceder, descendió del vehículo y disimuladamente comenzó a caminar hacia territorio uruguayo, en tanto López optó por permanecer en su lugar. Poco después, mientras revisaban el baúl del Corsa, los aduaneros hallaron varios envoltorios --tipo ladrillos-- acondicionados dentro de la rueda auxiliar. Inmediatamente dieron intervención a Gendarmería, cuyos efectivos detuvieron a López y lo trasladaron a Concepción del Uruguay, ya que Rodríguez había desaparecido del área.
Avanzan las actuaciones
Mientras se instalaba un amplio operativo en procura de la detención del subcomisario prófugo, finalmente los aduaneros contabilizaron 20 envoltorios de vivos colores, sellados con cinta plástica, en cuyo interior había un total de 22 kilos 230 gramos de cocaína, cuyo valor de venta en Europa oscilaría en los 800.000 dólares.
Nueva información extraoficial estableció que la incautación se enmarcaba en la operación denominada “Reyes Magos Uruguayos” y que hasta ese momento el paradero de Rodríguez seguía siendo un misterio. Según parece, tras descender del automóvil, el subcomisario caminó hacia territorio uruguayo y posteriormente se dirigió hacia un predio adyacente a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
Las primeras averiguaciones señalaron que el prófugo, probablemente armado, había sido visto en la zona del barrio Curupí y posteriormente, ya en la madrugada, en las inmediaciones del P3, desde donde se habría trasladado hacia los montes adyacentes el arroyo Sacra. Ya en horas de la mañana del lunes 5, tras ocultarse durante horas en el Parque Municipal, se entregó en la Jefatura de Policía, desde donde fue trasladado a la Seccional Tercera de Policía.
Por esas horas trascendió que López permanecía a disposición del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay a cargo del juez Guillermo Quadrini, donde enfrentaba cargos por tentativa de contrabando agravado de estupefacientes, cuya pena oscila entre 3 y 12 años de cárcel. Mientras tanto, luego de varias horas de espera, Rodríguez fue trasladado a Montevideo por efectivos de Interpol y confinado preventivamente en Cárcel Central, a la espera del pedido de un pedido de extradición desde la República Argentina.
A un año de su detención, el trámite continúa en la órbita de la Cancillería, en tanto a nivel de la Jefatura de Policía de Paysandú avanza el sumario que probablemente concluya con su desvinculación de la fuerza. A mediados de enero, el juez Quadrini procesó con prisión a López y lo envió preventivamente a la Unidad Penal Nº2 de Gualeguaychú, una institución de máxima seguridad en donde continúa recluido