Nacionales | 10 Ene El coronel retirado Manuel Cordero Piacentini, requerido por la Justicia argentina por torturas y represión bajo las dictaduras sudamericanas de los años ‘70, planteó dos habeas corpus ante la máxima Corte brasileña para evitar su extradición.
En uno de los recursos, la defensa “impugna el proceso de extradición juzgado en agosto pasado” por la corte y alega que Cordero, de 71 años, “ni siquiera fue acusado en Argentina”, informó la secretaría de prensa del Supremo Tribunal Federal (STF). En ese sentido, los abogados alegan que hubo “omisión y violación de tesis relevantes de defensa” y que hay “manifiesta inviabilidad” para la extradición, pues no se consideraron diferentes pruebas y aspectos del proceso. Cordero está bajo prisión domiciliaria en la ciudad de Santana do Livramento, por determinación del STF, mientras espera su extradición hacia Argentina.
En el otro habeas corpus se justificó que Cordero “sufre de graves problemas cardíacos y que necesita urgentemente de una cirugía”. Así, se pidió autorización para que el uruguayo pueda viajar a Porto Alegre para realizar exámenes del corazón. Desde diciembre de 2008, Cordero --casado hace 32 años con una brasileña-- está detenido en su casa tras una cirugía cardiovascular. EL STF aceptó su extradición bajo diversos cargos, entre ellos por la “desaparición forzada” en 1976 del niño argentino Adalberto Soba Fernandes. Tras permanecer tres años prófugo, el coronel retirado y agente de inteligencia del Ejército uruguayo fue detenido en febrero de 2007 en Livramento.
Uruguay también pidió la extradición de Cordero, pero las normas determinan que ante dos reclamos distintos contra una misma persona por los mismos hechos, la preferencia es del territorio donde se cometió el crimen, o sea Argentina. Las justicias argentina y uruguaya le imputan torturas, desapariciones y asesinatos de militantes de izquierda uruguayos en 1976 en el centro clandestino de detención conocido como Automotores Orletti, en Buenos Aires.