Policiales | 13 Ene El hallazgo de restos óseos humanos en el Vertedero Municipal derivó en una denuncia policial y en la orden judicial de restituirlos inmediatamente al Cementerio Central, desde donde habían sido transportados por un camión de la Dirección de Servicios de la Intendencia. Si bien desde el ámbito policial se minimizó el episodio y se habló de solamente “unos huesos”, testigos aseguraron a EL TELEGRAFO que se trató de dos féretros, en uno de los cuales había un esqueleto casi completo, incluso con restos de tejido cutáneo. Asimismo, fuentes vinculadas a la necrópolis confirmaron que el traslado accidental de restos óseos hacia el vertedero es habitual y se relaciona al incompleto proceso de reducción de los cuerpos.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, el macabro hallazgo se produjo el jueves, cuando personas que habitualmente hurgan en los residuos domiciliarios recorrían el predio. Acostumbrados a la presencia de restos de féretros provenientes del cementerio y que luego son incinerados en el lugar, no prestaron demasiada atención a dos que permanecían en el ala oeste del lugar, junto a restos de estructuras metálicas. Sin embargo, al acercarse constataron que uno de ellos estaba destapado y que en su interior había un esqueleto humano casi completo --al menos de la cadera hacia arriba-- con visibles vestigios de tejido cutáneo. Si bien el otro cajón estaba parcialmente tapado, desde una rotura en el extremo podían verse mechones de cabello.
Aunque la presencia de cajones con pequeños restos óseos era algo habitual, los testigos se alarmaron y el viernes decidieron radicar la denuncia en la Seccional Cuarta de Policía. Al día siguiente, con la presencia de la jueza de Feria, Mónica Ivanovich, se efectuó un relevamiento en el lugar y se dispuso el reintegro de lo hallado al cementerio, aunque desde ese momento fuentes cercanas a la investigación insistieron en que se trataba de piezas óseas dispersas y no esqueletos semi completos,y admitieron que “es normal” que ocasionalmente aparezcan “algunos huesos” en el lugar.
Versiones encontradas
Según pudo saber EL TELEGRAFO, poco después de concluidas las diligencias de la jueza y una vez que los restos fueron reintegrados al cementerio, un grupo de ediles del Partido Nacional se presentó en la entrada del vertedero exigiendo -amparándose en sus potestades- ingresar al predio para confirmar la presencia de restos humanos.
De acuerdo al testimonio de uno de los curules involucrados, se les negó la entrada por orden del director de Limpieza y Talleres de la comuna, Washington Medina, quien hasta el cierre de esta edición no pudo ser contactado por nuestra Redacción. Los ediles llevarán el caso al ámbito de la Junta Departamental.
No obstante, obtuvimos el testimonio de una persona estrechamente vinculada a la operativa del Cementerio Central, quien aseguró que el traslado accidental de piezas óseas hacia el vertedero es frecuente y se debe a que las tareas de reducción de cuerpos no siempre se efectúa con total corrección, sino que a veces los cajones que son enviados al vertedero para su incineración llevan consigo algunas piezas óseas.
Afirmó que el traslado de restos de féretros hacia el referido predio se efectúa semanalmente en un camión perteneciente a la Dirección de Servicios. Agregó que estas irregularidades eran menos frecuentes cuando dos funcionarios de gran experiencia y responsabilidad estaban a cargo de las tareas de reducción, pero se acentuó una vez que éstos pasaron a retiro. Además, dijo que lo único que puede derivarse al vertedero son los restos de féretros y otros elementos como fragmentos de tejido o despojos de la mortaja, pero de ninguna manera piezas óseas.
El hallazgo fue real
Nuevas averiguaciones efectuadas por el EL TELEGRAFO señalan que en más de una oportunidad el personal del vertedero ha visto huesos en los cajones provenientes del cementerio. Una directiva recientemente emitida desde la Dirección de Limpieza establece que los cajones deben ser arrastrados por la maquinaria e incinerados en la zona donde generalmente se agrupan las ramas recogidas de la vía pública. Personas vinculadas al vertedero que solicitaron anonimato confirmaron el hallazgo de esqueletos casi completos la semana pasada, así como la infructuosa gestión de contralor de los ediles nacionalistas. Dijeron que la llegada de huesos es frecuente, pero opinaron que el último episodio excedió los límites. Respecto al destino de lo hallado, aseguraron que un funcionario del cementerio supervisó su reintegro a la necrópolis.
Asimismo, personas que habitualmente hurgan en el vertedero confirmaron la veracidad del hallazgo y aseguraron que siempre hay huesos en los cajones que llegan en los camiones municipales. Uno de los testigos dijo que el jueves vio el cajón abierto donde había un esqueleto casi completo, con cráneo y restos de piel “como arrugada”. Respecto al otro cajón, dijo que estaba parcialmente dañado y podían verse “mechones de pelo rubio”, pero en este caso no logró ver el resto del contenido.
Los ediles investigarán
En diálogo con EL TELEGRAFO, uno de los ediles que intentó ingresar al vertedero dijo que en las últimas horas confirmó que hubo una denuncia del hallazgo en la Seccional Cuarta de Policía; incluso dijo tener en su poder el número del parte policial.
Asimismo, dijo haberse entrevistado con personas que le confirmaron la presencia el jueves de un esqueleto semi completo, al tiempo que afirmó que se les impidió la entrada al predio. “Nos presentamos en el vertedero y no nos dejan pasar”, dijo y agregó que un funcionario les informó que “estaba la orden” de Washington Medina de “no dejarlos pasar”, aun cuando en ese momento varios hurgadores recorrían el predio.
“Había gente hurgando”, añadió y recordó que la labor de los ediles es controlar la función municipal. “Estamos investigando esto, por la gravedad de los hechos que están aconteciendo. Además, hay que ponerse en la piel de los familiares de los fallecidos”, agregó.