Paysandú, Domingo 17 de Enero de 2010
Deportes | 17 Ene Fue durísimo. Si el pasado fin de semana el punto cosechado en Salto fue prácticamente símbolo de una victoria, el logrado anoche por la selección de Paysandú en el Koster de Mercedes tuvo prácticamente el mismo sabor.
Porque Paysandú no la pasó bien, volvió a perder la brújula en el primer tiempo, y reaccionó en el segundo tiempo aunque en esta ocasión sin poder marcar la diferencia en el complemento como sí lo había hecho en el Dickinson salteño.
Más allá de que Finozzi abrió el marcador con un golazo, la tranquilidad nunca se mudó al barrio sanducero.
Luego de que el delantero picara en soledad por la derecha, ingresara al área y levantara la cabeza, todo hacía suponer que llegaría el centro al segundo palo. Y si bien la pelota se metió en el ángulo derecho del golero Ortellado, fue enviada con un toque sutil, con un efecto de novela por parte de un Finozzi que, en realidad, lo que hizo fue lo que todos suponían, aunque el efecto final fuera un golazo.
Iban solo 7 minutos de juego y era de esperar que Paysandú podría hacerse dueño del control del partido y lastimar a un equipo al que no le quedaba otra que volcarse todo en ataque teniendo en cuenta que pocos días antes había debutado con derrota en este Litoral Norte, en lares salteños.
Pero lo que podía esperarse nunca se cristalizó. Tal como sucedió en aquel primer tiempo fatídico de Paysandú en el Dickinson de Salto, el equipo de Ulises Betti perdió el rumbo, comenzó a desordenarse en la mitad de la cancha, y sufrió de una descoordinación total en la zona defensiva.
Pero el agravante, en esta ocasión, era que en esta ocasión el equipo sanducero estaba en ventaja. La movilidad en la ofensiva se fue diluyendo a medida que los delanteros bajaron en busca de la pelota, la mitad de la cancha se recostó sobre una defensa que tuvo a Di Santo saliendo demasiado de la última línea y no siempre ganando.
Es más: se perdió en todos los sectores y se sucumbió incluso a la hora de pelear la pelota.
Y está a la vista que este equipo de Paysandú puede deleitar, pero para eso tiene que ganar la mitad de la cancha, cosa que no sucedió en esa primera etapa. Mercedes comenzó a funcionar poco a poco, teniendo a un imparable Gómez como el creador, y a Rodríguez y Vázquez como compañeros en busca del arco rival. Por eso Acosta terminó siendo la gran figura de Paysandú en esa primera etapa. Una pelota en el ángulo dejó en claro que el local quería y quería, y que Paysandú no le encontraba la vuelta al orden del equipo, más allá de que en un par de ocasiones llegó a inquietar a Mercedes.
Pero no habría caso. El local alcanzaría la merecida igualdad por intermedio de un cabezazo de Comunale, otro que se puso el equipo al hombro adelantándose varios metros, luego de que la pelota volviera a estrellarse en el caño derecho del arco defendido por Acosta.
El gran objetivo de Paysandú para el complemento sería primero, mantener la calma; y segundo, juntarse para tocar y buscar los espacios que podría dejar un equipo local que salió decidido a marcar la diferencia, no solo presionando sino escalando metros en el terreno.
Para ello sería fundamental hacerse del control de la pelota, que sería otra vez de Mercedes. El local intentó apabullar a Paysandú, se jugó a mantener tres delanteros y tres defensores, mientras que Paysandú poco a poco comenzó a hacer pie habiendo modificado la estructura de la mitad de la cancha.
Pero dominaría igualmente el locatario aunque, pasados los 15’, el pleito comenzó a hacerse de ida y vuelta. Acosta se debatiría como gato entre la leña y volvería salvar en un par de ocasiones su valla para transformarse en el gran responsable de ese empate final, mientras que del otro lado, frente al arco mercedario, Finozzi primero y Pons minutos más tarde se perderían la posibilidad de lograr una victoria.
Paysandú cosechó su segundo empate consecutivo, ambos jugando como visitante, lo que hace que los resultados sean más que positivos, aunque está claro que se puede esperar mucho más de este equipo. Y es de aguardar que muestre los dientes en casa, cuando el sábado venidero reciba a Salto en el Estadio Artigas.
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