Paysandú, Jueves 21 de Enero de 2010

Ing. Agr. Carlos Hiriart Azzato

Hacer destete “casi precoz” permite en “El Porvenir” un adecuado manejo del ganado

Rurales | 16 Ene Hace aproximadamente unos 10 años que en “El Porvenir”, establecimiento de la familia Hiriart-Brasil en la zona de Piñera, se realiza un destete “casi precoz”, lo cual permite desarrollar un adecuado manejo del ganado. Así lo señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Carlos Hiriart Azzato.
El sistema se implementa luego de las fiestas tradicionales “debido exclusivamente a un tema de personal y manejo”, explica el profesional sanducero. Se destetan las vaquillonas de segunda cría que es “una categoría muy sensible cuando está criando. También se hace en los vientres más viejos, de quinta cría aproximadamente, las que se pasan a la invernada para posteriormente engordarlas”.
“Sacarles los terneros nos permite cumplir los dos objetivos perfectamente”, aclara. El año pasado con la seca del verano, el mejor porcentaje de parición en la estancia fueron las vacas de segunda cría, las que en el año 2008 eran vaquillonas. “Fue en el entorno de 75%” recuerda, cuando todo el ganado general “osciló en 60%, consecuencia lógica de la seca”.
Entiende que se pueden preñar todas las vaquillonas y engordar todas las vacas que se destetan. “Al sacarle los terneros podemos concentrarlas en determinado campo colocando un poco más de animales en la misma área”.
El establecimiento cuenta con unas 1.400 reses vacunas. El sistema implementado por Hiriart permite que en enero separe una cierta tanda de terneros --la punta de la parición--, que va directamente a alguna pradera vieja o campo mejorado y no necesita darle ración.
Manifestó que una categoría intermedia “se encierra para hacer el destete, que son todos aquellos terneros entre 70 kilos y 95 kilos de peso. Luego de siete a diez días de acostumbramiento de corral, pasan a comer ración en el campo. La ración es peleteada y adquirida a una cooperativa de Guichón, con la sanidad completa”.
Explicó que la ración se le da a los terneros una vez al día durante un mes y medio, a partir del acostumbramiento.
forraje
La primavera comenzó tardía en la zona. Llovió alrededor de 500 milímetros en noviembre y más de 200 en diciembre, lo que determinó que la brotación de los campos se concretara hacia los meses de diciembre y enero, “por lo que actualmente disponemos de una excelente condición forrajera”.
Los campos están verdes y la abundancia de forraje es de tal magnitud que “ya estamos con exceso de pasturas”, indica Hiriart.
Cuando realmente se instale el verano con unas dos semanas de tiempo seco y se normalicen las lluvias, “el exceso de forraje determinará que se acumule mucho material seco para el invierno”.
De todas maneras, “ahora debemos buscarle la vuelta para estudiar cuál es el mejor manejo. Seguramente apretar las categorías que menos sienten los problemas como el ganado más grande para tratar de aprovechar todo el pasto que se produce actualmente”.
Recordó que “tuvimos tres primaveras secas y recién ahora se produce una recuperación de los campos que presentan abundancia forrajera”.
Aunque reconoce que el clima viene muy bien, entiende que todo exceso “tiene sus complicaciones”. Tanto la seca del verano pasado como las condiciones de esta primavera –en dos meses y medio llovió alrededor de 800 milímetros--, “origina un problema sanitario”.
Garrapata en el ganado, problema de lombrices, tanto en lanares como vacunos, son situaciones a diario en el campo. “Por tal motivo hay que tener mucho cuidado en categorías como los terneros y corderos, que son las más susceptibles a problemas sanitarios”, sostiene.
Agricultura
En la zona comprendida entre Guichón, Piñera y Merinos al Sur, “la forestación ha avanzado bastante en los últimos años”, recuerda Hiriart, acotando que “la parte agrícola se concentra hacia el Norte de ese eje”.
Aproximadamente un 12% del área de “El Porvenir” está bajo agricultura. Es mediante el sistema de medianería, “por lo que recibimos un porcentaje de la cosecha y no un alquiler del campo”. Después de dos cultivos “a nosotros nos queda la pradera instalada e ingresa en una rotación que al cabo de tres o cuatro años, nuevamente pasa a hacerse trigo o cebada, o en el verano, soja”.
Esto determina que los mejores campos están pasando para la agricultura. “Por lo tanto las áreas dedicadas a la invernada o engorde de ganado, cada vez son más chicas y marginales, con una concentración de la invernada en zonas del campo que antes no ocurría”.
Para el citado profesional esto se supera “sobre la base de manejo y suplementación en invierno con algún grano o fardo, lo que permite llevar adelante el sistema de manejo que tenemos implementado”.
Sostiene que “nos tenemos que acostumbrar a que la agricultura ya está y continuará creciendo. Todo lo realizado en infraestructura, planta de silos, galpones, maquinaria, etcétera, está en la zona y debe utilizarse. De esta manera los sistemas ganaderos deberán reacomodar o reorientarse hacia determinada área”, acotando que la que más sufre es la invernada de vacunos que cada vez “tiene menos tierra apta”.


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