PAYSANDÚ INTERIOR

Locales | 22 Ene La escuela 52 se encuentra en la novena sección judicial del departamento de Paysandú, perteneciente a la octava sección policial. El establecimiento – que cuenta con un área de cinco hectáreas – se levanta en el mojón 100 de la ruta 26 y a dos kilómetros al sureste de El Eucalipto, el centro poblado más cercano al establecimiento en referencia.
Según datos históricos procesados por la propia escuela, la apertura de este establecimiento escolar se produjo el lunes 25 de abril de 1927 en el paraje de Puntas de Guarapirú, en un edificio que fuera donado por Julián de las Cuevas. La primera maestra directora a cargo fue Orfilia Benítez Machado, siendo la maestra sub directora, la inspectora María Teresa Saporiti. Las clases se iniciaron con treinta y dos alumnos. Por el año 1930 la escuela contaba con treinta y ocho alumnos y fue visitada por el escultor Antonio Ballesteros. Entre los años 1927 a 1936 se atendieron a 354 alumnos con importante asistencia.
En 1937 la escuela se traslada a su actual lugar en cercanías a El Eucalipto. El 29 de noviembre de 1942 el establecimiento es utilizado como circuito de votación en las elecciones nacionales de ese entonces.
El edificio fue sometido a mejoras estructurales en reiteradas oportunidades, en 1970 se instala la bomba de agua mientras en 1974 se habilita el pozo con el servicio de agua semisurgente. En 1980 se ejecutan trabajos de mejora en dormitorios, baños de maestros, baños de niños, veredas internas e instalación de cañerías en todo el establecimiento, como así también la colocación de azulejos en la batería de baños. Mientras que en 1989 se construye la estufa a leña en el salón comedor. Actualmente el establecimiento cuenta con la vieja estructura bien conservada, un ala moderna y un generoso patio central.
La topografía en la que está enclavada, muestra suelos pedregosos, mientras que los terrenos que rodean al centro escolar son suavemente ondulados. El arroyo más cercano es el Guarapirú.
Las plantaciones de eucaliptos en los alrededores, revelan la fuerte incidencia que por estos campos ha tenido la forestación. La zona se caracteriza por fuertes vientos que en ciertas épocas del año intimidan a los pobladores del lugar.
De hecho la última gran turbonada de fines de 2009 arrancó literalmente el techo de la octava seccional policial. De acuerdo a un trabajo efectuado por los docentes de la propia escuela, la zona cuenta con una población inestable porque los alumnos cambian permanentemente de domicilio, producto de la rotación de los trabajos de los jefes de familia, por tratarse de tareas a término en establecimientos rurales.
La escuela 52 cuenta – al igual que el centro poblado –con servicio de energía eléctrica, telefonía fija y agua de pozo semisurgente. Los campos son esencialmente estancias y se destacan las plantaciones de soja, trigo y sorgo.