Taller en la 23ª Fiesta de la Prensa

Locales | 21 Ene Por cuarto año consecutivo el profesor Mario Molinari se hizo presente en las actividades que cada año organiza EL TELEGRAFO con motivo de la Fiesta de la Prensa. En esta, su 23ª edición, el docente preparó un taller denominado “De los hechos a la palabra” que reunió a un importante número de personas en el Salón de Actos de nuestra casa periodística, las que intercambiaron un bagaje de conocimientos particulares, opiniones y posturas personales que derivaron en interesantes discusiones, que demandaron más tiempo del previsto, y aún así no faltaron ganas de reunirse en otro lugar para seguir filosofando y compartiendo ideas.
Molinari expresó que el objetivo de la filosofía es generar en cada sujeto un espíritu analítico y reflexivo para que el ser humano pueda convertirse en hombre libre. De allí que en la filosofía se ha incorporado la duda metódica, el cuestionamiento para el abordaje de un tema. Agregó además que es bueno convivir con ella y generar en nosotros cierta exigencia al momento de emitir un juicio.
El primer tema abarcado es el centenario de nuestro diario, que “resulta un hecho que no podemos soslayar. De 146 años de vida que tiene nuestra ciudad el diario ha cubierto prácticamente las dos terceras partes de ella, de lo que aconteció en nuestra comarca y con nuestra gente durante 100 años. Me pareció interesante proponer conversar de cómo él ha ido de los hechos a las palabras, cómo ha transmitido a través de ellas los distintos hechos”, fueron las palabras con las que inició el taller Molinari.
A partir de esa propuesta primaria se fueron desprendiendo diferentes temas, a saber cómo se define un hecho, entre otros que suscitaron diferentes ejemplos que la gente aportó para una mejor definición del término. Entonces surgió la relación sujeto cognoscente y objeto a ser conocido --lo que tenemos adelante--; se trataron además las tres partes del psiquismo, es decir el plano intelectual --hacemos determinada cosa pensando en alguien o en algo, el plano afectivo simpatizamos o nos disgustamos--, y plano volitivo (hacemos en función de algo o de alguien). Ambas partes tienen que ver con un objeto, emergiendo justo allí la intencionalidad del psiquismo humano que da paso al conocimiento.
Público heterogéneo y profesores de filosofía encararon diversas aristas a las que la propia discusión inicial, sobre los hechos y las palabras, los trasladó como la interpretación (el hombre como ser hermeneuta), la educación, el conocimiento, la adquisición de la información y su selección, la tecnología, la elección de las palabras, los mass media, los juegos, la contextualización, el rol de las palabras y de los periodistas, la intencionalidad, la codificación y la decodificación, la prensa, el discurso y su validez.
Resultó oportuna y de gran interés para los presentes la vinculación que sobre el final de la velada filosófica se formuló sobre los tres niveles de la disciplina en cuestión, a saber: información, conocimiento y reflexión, y el llamado cuarto poder, con particular acento en los años de comunicación que tiene nuestro diario ejercida mediante la palabra. Surgieron temas que a diario viven nuestros periodistas y los lectores como la forma de expresión, la interpretación que hacen los distintos sujetos sobre un mismo acontecimiento, la intencionalidad, la ética, el medio como sujeto, el análisis, la verdad, las responsabilidades, la trasmisión de la información, su retransmisión y su propagación.
Sin dudas se trató de un ameno taller que tuvo el condimento de una buena participación y que instaló las ganas de crear un espacio para esta disciplina fuera de las aulas de las instituciones educativas.