Paysandú, Lunes 25 de Enero de 2010
Nacionales | 23 Ene Un avión Hércules de la Fuerza Aérea Uruguaya trasladará a la ciudad de Rio de Janeiro, al comienzo de la próxima semana, la primera de dos plantas potabilizadoras de agua y los cinco técnicos designados por OSE para su instalación. Desde allí serían embarcados en una aeronave brasileña con destino a Puerto Príncipe. OSE donará dos UPA como parte de la ayuda humanitaria de nuestro país a Haití. El transporte de las unidades se hará efectivo en un avión Hércules de la FAU que se dirigirá a Rio de Janeiro y que será el que a su regreso traslade desde la ciudad brasileña los restos del oficial Gustavo Martirené, muerto durante el terremoto. El secretario general de OSE, Daoiz Uriarte, señaló que el personal del organismo permanecerá en la isla caribeña el tiempo necesario para instalar las UPA e instruir al personal local designado para operarlas. “Nuestra idea en estos casos siempre es capacitar gente en el lugar y que se haga cargo, luego, la población local”, apuntó.
Uriarte indicó que las UPA tienen las dimensiones similares a las de un contenedor convencional, y procesan entre 15.000 y 20.000 litros de agua potable. Son relativamente económicas, frente a otras de su tipo. Su costo ronda los 60.000 dólares y no se requiere una alta capacitación para operarlas. Pueden transportarse en camión y requieren además poca energía eléctrica. De hecho, funcionan con generadores de gasoil no muy potentes, e inclusive lo pueden hacer con paneles solares.
Uriarte explicó que luego del terremoto en Haití, el primer paso “fue ver la disponibilidad de unidades en stock y armar en forma urgente al menos dos plantas. Condicionamos la donación a las necesidades de ese país, a lo que nos dijera la Cancillería y el Sistema Nacional de Emergencia en coordinación con la Misión de Paz en Haití”.
Indicó que hubo contactos entre OSE y su homóloga caribeña, la Dirección de Agua y Saneamiento, donde se manejó que un técnico de ese país, que conoce las características técnicas de las unidades potabilizadoras, sea quien influya en la decisión de la ubicación final de las dos unidades. Adelantó que podrían ser ubicadas en una zona un poco más alejada de la capital, en un lugar donde se realojen damnificados y se pueda conseguir agua superficial.
“Puerto Príncipe cuenta con una serie de perforaciones donde se extrae el agua por bombas, muchas de ellas de poco caudal. Entonces sería inútil llevar estas unidades a ese lugar. Y deberían funcionar preferentemente juntas para ser bien aprovechadas”, dijo. Señaló además que el transporte de las UPA ofrece dificultades adicionales. Cada una tiene un peso de siete toneladas y un avión Hércules puede trasladar una sola unidad por viaje.
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