Locales | 25 Ene Un automóvil Ford A del año 1929, abierto, con capota, está siendo puesto a punto en un trabajo que se inició hace cerca de un año, “en los ratos libres”, y que refiere a la parte mecánica y detalles que faltan para culminar la obra.
Pertenece a Pierino Lancieri, quien lo adquirió hace alrededor de dos años. Su padre, Héctor Lancieri, y su hermano, Marcelo, nos comentaban que había estado parado durante bastante tiempo. Cuando Pierino lo compró, ya la carrocería, capota y el habitáculo, asientos incluidos, habían sido reparados, por lo cual el auto estéticamente en tal sentido se encuentra en muy buenas condiciones.
Fue entonces el momento de comenzar a trabajar en el motor, el cual fue reparado a nuevo y aunque todavía no está instalado en el auto, ya arrancó, se le hizo funcionar y responde sin problemas.
Los trabajos mecánicos abarcan ahora zonas como la caja de cambios, tren delantero, recambio de bujes, instalación del paragolpes delantero y otros detalles. Falta conseguir algún accesorio.
Como expresaban los Lancieri, dentro de un tiempo el Ford A estará en condiciones de circular, lo que constituirá otro referente de un modelo y una época muy particular de la marca del óvalo.
DE ROJO Y NEGRO
Está pintado de color rojo casi bordó, con los guardabarros negros, la capota de tono crema al igual que el tapizado. Las llantas y sus respectivos rayos de alambre, lucen un color crema tirando a amarillo.
El rodado es 450 x 21 y la rueda auxiliar se ubica en la parte posterior. Los faroles delanteros lucen en la barra horizontal que une los guardabarros, y están pintados de color rojo. Próximo a quedar terminado, falta instalar el clásico motor de cuatro cilindros y terminar con las áreas donde actualmente se trabaja. Cuando quede listo, será el momento de volver sobre el tema.