Ing. Agr. Roberto ceriani

Rurales | 29 Ene El asesor en temas agropecuarios del intendente municipal, ingeniero agrónomo Roberto Ceriani, manifestó a EL TELEGRAFO que los valores que se toman para el aumento de la Contribución Inmobiliaria Rural (CIR), “son de la crisis de 2002, de manera que son relativamente bajos”. Agregó que “si uno lo mira desde el punto de vista porcentual es elevado, pero en realidad son montos muy bajos”.
Sin recordar exactamente el monto, sostuvo que “es menor a $ 100 por hectárea”. Esto hace que en la medida que haya productores con mucha extensión de tierra, “quizás se conviertan en cifras más grandes, pero también es relativo al capital”.
En cuanto a los productores más chicos, el profesional indicó que “no hay que olvidarse que hasta las 50 hectáreas hay una legislación departamental que indica que están exentos de pagar la CIR”.
Es una ley del Poder Ejecutivo del año 2001, la cual establece que productores que poseen hasta 200 hectáreas Coneat 100, las primeras 50 hectáreas no pagan CIR, lo cual también se adopta por ejemplo en productores que puedan tener 400 hectáreas con 50 de Índice Coneat.
Ceriani aclaró que en el caso de productores que también tengan campo arrendado, “serán los propietarios quienes deben realizar el trámite”, acotando que en el caso de los que poseen en su establecimiento montes nativos, “deben efectuar la declaración porque en esa área están exentos, incluso bajó el monto que se debe pagar para declararlo”.
Respecto a la actitud de las gremiales, sostuvo que “defienden determinados intereses que son totalmente lícitos, pero consideramos en la Intendencia que son valores de los que se parte muy bajos”.
Su referencia a este tema se debe a que en la sequía del año pasado, “en donde a nivel de todos los departamentos y a nivel nacional se buscaron herramientas para minimizar los gastos de los productores, al no haber recursos porque la producción era muy baja y había gastos superiores a lo normal, una de las herramientas fue la de exonerar de la CIR”.
Aclaró que esto “no sólo ocurrió en Paysandú sino también se manejó a nivel de otros departamentos. En realidad, para el productor mediano y chico el valor de la CIR era muy bajo y no significaba una herramienta de repercusión en la caja del productor”.
Para Ceriani el aumento porcentual “es significativo”, pero no ha que olvidarse “que es dentro de un valor muy bajo que está fijado desde el año 2002”.
“Si lo miramos desde el punto de vista del valor de la tierra que tienen los productores en la mano, surgieron cambios muy significativos, al pasar de valores de menos de U$S 1.000 la hectárea a algunos lugares que hoy cotizan a varios miles de dólares”.
Dijo que “los productores no hacen su rentabilidad vendiendo la tierra, ya que la misma se genera por lo que producen. A su vez, muchas veces lo que producen no genera la renta acorde a lo que vale la tierra cuando se comercializa”.
Entiende que es una distorsión que “ha pasado en el país, pero no es producto de las comunas departamentales, sino de un efecto que se da a nivel continental, con capitales que ingresan en nuestro país y el vecino, generando un pool de siembra y agronegocios”.
Recordó que productores que están manejando tierras de mucha extensión, y los que hablan sobre este tema de la CIR -de la Federación Rural y la Asociación Rural del Uruguay (ARU)-, “han destinado parte de sus establecimientos, sean lecheros o productores ganaderos para arrendárselos a esos pools de siembra y la rentabilidad que obtienen es bastante diferente a lo de la producción a nivel personal”.
Sostiene que cuando se reclama sobre una actualización de los valores, “nadie declara las rentas que se obtiene, una situación que está distorsionada por varios lados y que habrá que tratar a partir del 1º de marzo”.
A nivel personal, indicó que “a veces se usa de escudo a determinadas franjas de hectáreas de productores para hacer un reclamo, que en economías de mayor tamaño y mayor extensión, sí hay valores importantes”.