Opinion | 26 Ene Las inundaciones no solamente provocaron pérdidas materiales y desataron el drama humano que acarrea toda situación de emergencia, sino que también plantearon una difícil circunstancia para la incipiente consolidación de Paysandú como opción turística.
Mientras la comuna, a través del Centro Coordinador Departamental de Emergencias continúa trabajando para atender las necesidades de las familias afectadas por la crecida del río Uruguay y optimiza recursos para reconstruir parte de la caminería devastada por las abundantes lluvias, la temporada veraniega avanza sin la posibilidad de habilitar las playas, circunstancia que nuevamente cerró las puertas del Paysandú turístico y condenó a sus habitantes a largas jornadas de insoportable calor, sin posibilidad de respiro.
De acuerdo a datos obtenidos por nuestros cronistas, las inundaciones también repercutieron en las amarras del Yacht Club, ya que los numerosos veleros que año tras años llegaban a nuestras costas debieron optar por destinos con oferta de playas.
Según los expertos, el actual comportamiento del clima se inscribe en un fenómeno global que seguirá acentuándose conforme pasen los años. Por lo tanto, es posible que el proyecto de Paysandú como opción turística basada casi en exclusividad en sus costas quede definitivamente supeditado a las variables climáticas.
Es por eso que debe darse el impulso definitivo a la posibilidad que ofrece nuestro patrimonio histórico y al mismo tiempo ajustar detalles y jerarquizar la propuesta de la Semana de la Cerveza. La instrumentación de circuitos turísticos atractivos y la resolución definitiva del perfil de nuestra máxima fiesta pueden ser la llave para que el futuro del proyecto de Paysandú turístico no permanezca sujeto a los caprichos de un clima cada día más impredecible.