Locales | 26 Ene El consultorio de Comepa en Guichón cuenta con un nuevo aparato de alta tecnología para diagnosticar enfermedades oculares. Se trata de una lámpara de hendidura de fabricación japonesa de última generación, que facilita el diagnóstico de distintas patologías visuales. La incorporación del equipo se concretó en pasado jueves durante la consulta quincenal a cargo del oftalmólogo, doctor Heriberto Corsino. Los afiliados de la segunda ciudad del departamento podrán ser ahora diagnosticados con mayor precisión, para que en caso de ser necesario, se les realice la cirugía correctiva correspondiente en Paysandú.
La lámpara de hendidura consiste en un microscopio con sistema de iluminación (haz de luz) que hace un “corte óptico” de la parte anterior del ojo. Permite al profesional oftalmólogo diagnosticar todas aquellas enfermedades de dicho segmento ocular, tales como conjuntivitis, cataratas o detectar cuerpos extraños, así como -con el uso de lentes especiales- se puede examinar también la retina. Es un equipo de uso diario en la consulta oftalmológica desde los años de 1940, hoy prácticamente imprescindible en esta especialidad. Si bien este tipo de equipos se utilizan desde hace muchos años en la especialidad, en este caso se trata de un avanzado diseño tecnológico. Incluye notorias mejoras en la óptica lo que es muy apreciado por los oftalmólogos que -incluso- llegaron a formarse profesionalmente con aparatos que ya no se emplean más en nuestro país, como las excepcionales (para su tiempo) lámparas Haad Strai que disponía el Hospital de Clínicas de Montevideo.
Se emplea en un 80 por ciento del total de consultas para procedimientos médicos simples como, por ejemplo, sacar un cuerpo extraño metido en la córnea (algo lamentablemente común en oficios como el de tallerista) hasta diagnósticos complejos como puede ser el glaucoma u otros de ese tipo. A este equipo, llegado el caso, se le puede adaptar cámara fotográfica o de video para la captura de imágenes del interior del ojo.
En la capital departamental Comepa ya contaba con equipos similares desde que se inauguraran las instalaciones de Servicios Centralizados. La especialidad de oftalmología dispone, además, de facoemulsificador (para operaciones de cataratas), láser fotocoagulador, refractómetro automático, tonómetro de aire, ecógrafo ocular, angiógrafo y campímetro computarizado.
MÁs consultas
Cabe indicar que en la especialidad oftalmológica en Comepa ha aumentado considerablemente la consulta, no solamente por mayor cantidad de afiliados, sino porque hoy en día las exigencias visuales son superiores a las de un tiempo atrás. Están las computadoras que si bien no hacen mal a la vista, sí exigen a la persona que la usa tenga una buena visión, hay mayor cantidad de gente que estudia y por consecuencia tiene que leer más, entre otros factores. Todo ello hace que se consulte más por problemas visuales, si bien no hay una estadística actualizada específica para citar en referencia al pasado.
diabéticos, una vez por año
Otro aspecto por el que se consulta es el control visual de los pacientes diabéticos, que se realiza por lo menos una vez al año en los consultorios de Comepa. En estos casos es imprescindible controlar el avance de la enfermedad para evitar su avance y si se mantiene un correcto nivel de glicemia y de la hemoglobina glucocilada, el diabético no tendrá problemas visuales ni tampoco de funcionamiento orgánico en general.
Los oftalmólogos advierten que con lo que todas las personas tienen que tener cuidado es con la exposición a las rayos solares ultravioleta --entre las 11 y 16 horas--, señalaron la incidencia de los mismos en el aumento de las cataratas visuales, tal como se manifestó en los últimos congresos de Cirugía de Cataratas. Por lo mismo se recomienda que se empleen lentes de Sol como forma de prevención para una patología que aparece después de los 60 años.

Existe una confusión
En la población uruguaya hay una confusión relativamente común y ella se expresa cuando la gente asegura “me operaron con láser” de cataratas. Ocurre que las cataratas no se operan con láser y sí con un equipo llamado facoemulsificador, que en un momento tuvo un modelo que funcionaba con energía laser, pero que básicamente es un equipo de ultrasonido. El ultrasonido destruye la catarata y el aparato a su vez le va creando el espacio donde luego se colocará la lente intraocular que permitirá recuperar la visión normal del ojo.