Deportes | 27 Ene Las dos embarcaciones sanduceras “Morocha” y “Twister” tuvieron gran trascendencia en la nueva edición del Circuito Atlántico Sur, la competencia náutica que reúne a los mejores exponentes argentinos y uruguayos, y que por primera vez tuvo la participación de embarcaciones brasileñas.
“Morocha”, la embarcación de Miguel Fraschini, fue la que rompió todos los esquemas tras ganar no solo la Serie A de la Fórmula IRC, sino que también se impuso en la general. En tanto el “Twister” de Néstor Wulf no tuvo tanta suerte, teniendo en cuenta que terminó en la quinta posición de la Serie B de la Fórmula IRC y 11º en la general, pero hay que considerar que el barco, al igual que casi toda su tripulación, participaba por primera vez en un torneo de estas características.
“La pasamos muy bien, tranquilos. Intentamos hacer lo mejor pero nos faltó velocidad”, dijo Diego Wulf, timonel e hijo del capitán. Néstor Wulf (capitán), junto a Maraela Wulf, Agustín Bottino, Federico Fraschini, Hugo Laviano y Agustín Pagano integraron por primera vez la tripulación del “Twister” a lo largo de la edición 2010 del Atlántico Sur junto a Rafael Lorieto y Diego Wulf, quienes ya participaron en esta competencia siendo parte de “Veta Cruz”. Sin dudas que el rendimiento del “Twister” no fue el esperado, pero hubieron varios factores que jugaron en contra. “No tuvimos muchas regatas previas ni tampoco sabíamos cómo podía andar el barco. Este bote no tenía tripulación fija y nos fuimos juntando no mucho antes de zarpar. Las maniobras estuvieron bien, pero la velocidad y la táctica nos jugó en contra, además de que correr con muchos barcos también nos fue negativo”, dijo Diego Wulf.
El viento fue un factor fundamental para el rendimiento, ya que el “Twister” es un barco pesado y funciona mejor cuando hay viento y varias regatas fueron suspendidas debido a que no soplaba lo suficiente, aseguró el capitán Néstor Wulf.
“Como armador quedé muy conforme con todos, largamos bien en todas las regatas. El equipo supo qué tenía que hacer, pero nos faltó suerte con el viento”, dijo el capitán.
“Terminé muerta”, manifestó la única dama de la tripulación, Maraela Wulf, quien además aseguró que el objetivo se cumplió teniendo en cuenta que la meta de esta participación era obtener experiencia. “Encontrás barcos grandes y uno aprende de ellos”, señaló.