Deportes | 29 Ene Es complicado encontrarle una explicación. A ver: se designó al entrenador que había ganado todo con Bella Vista, y que sabía de vueltas olímpicas con la selección juvenil; el técnico convocó a un plantel rico no solo en nombres sino en posibilidades, un grupo con buen pie; este núcleo tuvo además jugadores experientes, con pasajes en el profesionalismo, con muchos kilómetros arriba en esto del Litoral y sabiendo en varios casos que era la última chance de poder retirarse ganadores de la selección. Y tuvo futbolistas que desbordaron con su juego a lo largo del Campeonato de Honor, y que tenían la posibilidad de demostrar sus virtudes ahora vistiendo la Blanca.
Con todo eso era lógico suponer que Paysandú sería protagonista y serio candidato al título. Pero nada estuvo más alejado de la realidad.
Entonces, ¿cuál es la explicación lógica a lo sucedido, a la pronta eliminación de Paysandú del Litoral Norte? Es difícil saberlo a ciencia cierta, pero está claro que visto el trabajo realizado, y todo lo antes dicho, está claro que fallaron los jugadores. La gran mayoría.
Fueron pocas las figuras que se salvaron de una pobrísima actuación en el torneo regional. Demasiado pocas para el plantel que se tuvo. En este último partido, el que selló la eliminación, el técnico Ulises Betti intentó dar un giro al timón, realizando variantes lógicas que tenían como objetivo apostar a dar vuelta la página con jugadores que esperaban ansiosamente su chance. Y en ese sentido Pérez, Cubilla y Piñeiro cumplieron las expectativas, pero nunca encontraron respuesta en el resto del equipo, que no tuvo ideas, al que le faltó sentir que estaba jugando una verdadera final.
Fueron muchos los que no se contagiaron, los que no aportaron en un momento clave lo que de ellos se esperaba. Y por ahí puede estar la clave del fracaso. Es la única explicación que surge a la hora de evaluar a una selección que tenía todo para ser protagonista, y que nunca pudo aprender de sus errores, más allá de que en este último partido mantuvo la calma e intentó trabajar el partido con tranquilidad, sin el desorden permanente de los otros tres compromisos.
Pero eso no alcanzó. Porque faltaron ideas, faltó entrega y, sobre todo, estuvo ausente el fútbol que individual y colectivamente este plantel estaba en condiciones de plasmar en la cancha.