Policiales | 02 Feb Fueron finalmente procesados dos de los detenidos en las últimas horas en el marco de un operativo antidrogas efectuado por la Dirección de Investigaciones en varias zonas de la ciudad, que permitió cerrar simultáneamente dos “bocas” de expendio de estupefacientes. El procedimiento implicó días de vigilancia y la obtención de abundante información confidencial.
De acuerdo a información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, en los últimos meses los efectivos de la Dirección de Investigaciones trabajan intensamente con el cometido de detectar y desarticular diferentes expendios de drogas instalados fundamentalmente en zonas periféricas de la ciudad. No obstante, el procedimiento que culminó ayer con el procesamiento de un hombre y una mujer estuvo primeramente a cargo del personal de la Seccional Primera de Policía. Funcionarios de esta repartición retuvieron hace algunos días a dos adolescentes de 14 y 15 años, a quienes incautaron varios envoltorios de nylon (palancas) con marihuana. Los menores no aportaron información que permitiese ubicar la “boca” de expendio, pero los investigadores obtuvieron datos confidenciales que condujeron a una vivienda ubicada en la esquina de Instrucciones del Año XIII y Guayabos, lugar de residencia de Andrea Paola Rodríguez Robledo, de 25 años, quien hace aproximadamente un año fue procesada por la Justicia por un delito relacionado a la distribución de estupefacientes.
Horas de vigilancia
A partir de ese momento, las actuaciones quedaron a cargo de los efectivos de la Dirección de Investigaciones, quienes durante varios días montaron guardia en los alrededores de la vivienda donde Rodríguez Robledo vive junto a su pareja. Según constataron los investigadores, la finca, parcialmente oculta detrás de un árbol frondoso y rodeada por una cerca de malla sombra, era frecuentemente visitada por menores de edad, quienes llegaban próximo a las 20.30 y se retiraban luego de una breve estadía de aproximadamente 15 minutos. Asimismo, averiguaron que en esa casa vendían “palancas” de marihuana a un precio que oscilaba en los 30 pesos y que tanto Rodríguez Robledo como su pareja estaban a cargo de la distribución.
El sábado por la tarde, los efectivos interceptaron a la joven en las cercanías de su casa y le incautaron una “piedra” de marihuana, así como un envoltorio de tela con una sustancia similar. Enseguida, con una orden de allanamiento expedida por la Justicia, allanaron la casa de Guayabos e Instrucciones del Año XIII, donde encontraron un estuche con pequeñas cantidades de la sustancia y una balanza para 15 kilos.
No obstante, el concubino de la dueña de casa logró fugarse por los fondos, presumiblemente llevando consigo el resto de la droga. Detenida y trasladada al local policial, Rodríguez Robledo negó los acusaciones vertidas en su contra y adujo que la sustancia era para consumo personal.
De todas maneras, los investigadores reunieron información suficiente para confirmar sus sospechas y ubicar el domicilio del supuesto proveedor principal de la “boca” en un complejo de viviendas sito en las inmediaciones del Hospital Escuela del Litoral.
Cae el proveedor
Poco después, con una nueva orden de allanamiento y bajo una lluvia torrencial, los efectivos llegaron a la finca del supuesto distribuidor, Juan Carlos Gentile Rivero, de 31 años, también poseedor de antecedentes penales por delitos relacionados a la distribución de drogas. Cuando los investigadores ingresaron a la vivienda encontraron, detrás de una heladera y ocultos bajo una bolsa de alimento para perros, dos envoltorios con una sustancia similar a marihuana, una balanza de precisión y dos celulares, aunque se presume que el sospechoso ya había logrado deshacerse del resto de la sustancia.
El nuevo detenido se negó en todo momento a brindar información a la policía, pero finalmente ayer fue conducido junto a Rodríguez Robledo a la sede judicial. El magistrado actuante dispuso el procesamiento con prisión de Juan Carlos Gentile por un delito previsto en la Ley 17.016, relacionada a la distribución de estupefacientes. Mientras tanto, Andrea Paola Rodríguez Robledo también fue enviada a prisión por un delito previsto en la misma ley, aunque relacionado a la venta.
Esta joven fue procesada hace aproximadamente un año cuando la policía allanó su vivienda y la encontró en poder de un ladrillo de marihuana, pero en ese momento las sospechas recaían en su concubino, quien en esa oportunidad logró burlar a la Justicia. Todo indica que mantiene su habilidad para mantenerse fuera del alcance de las autoridades, ya que ahora logró escabullirse por los fondos de la vivienda y continúa prófugo.