Locales | 05 Feb En la zona portuaria, los muros adyacentes al salón de fiestas “La vieja Casona” se derrumbaron. Su propietario, Rodolfo Francolino, indicó a EL TELEGRAFO que “esto es producto de las últimas inundaciones. La construcción cedió al haber estado tantos días inundada y teniendo en cuenta que es una obra que tiene muchos años, era inevitable que esto sucediera. Por suerte pasó de madrugada y no hay que lamentar víctimas. De todas maneras este muro perimetral lo teníamos que sacar para la construcción de un nuevo emprendimiento”.
Las instalaciones del Club Remeros Paysandú nuevamente resultaron dañadas. Más de 20 vidrios rotos, puertas arrancadas por la fuerza del viento, voladura de techos en la zona de la cantina y varios muebles destruidos. Una vez más la institución remera se ve afectada por el mal tiempo en momentos que se estaba recuperando de la última inundación.
En la costanera, gran cantidad de árboles fueron arrancados de cuajo, especialmente en las inmediaciones del Camping Guyunusa, Balneario Municipal, Anfiteatro del Río Uruguay, así como las esculturas de madera contiguas al Museo de la Tradición.
En Paralela a Doctor Roldán y arroyo La Curtiembre, nuevamente muchos domicilios se vieron anegados, situación vivida también tres días atrás.
En Nuevo Paysandú, también varios hogares sufrieron las consecuencias de la turbonada. Por ejemplo, la familia Pittier, al volarse el techo de uno de los dormitorios e inundarse la vivienda. Los daños son solo materiales, pero al haber varios menores en la familia, su situación se torna más difícil. Los muebles fueron levantados para evitar el contacto con el agua pero varios colchones y cuchetas fueron afectados.
Las obras que está llevando a cabo una empresa particular en el barrio “La Unión”, en la intersección de Felipe Argentó y Purificación, provocó el estancamiento de las aguas y un mayor deterioro del pavimento. En ese lugar se ubica una parada de Copay, lo que dificulta también el tránsito y el despliegue del servicio, ya que se debe estacionar en medio de la calle. El Laboratorio Regional Noroeste de la Dirección de Laboratorios Veterinarios “Miguel C. Rubino”, situado en Ruta 3 al ingreso de la ciudad, sufrió la voladura total del techo del depósito, caída de varios árboles y columnas del alumbrado público, lo que produjo el corte del suministro energético y que no se pudieran realizar las tareas específicas de análisis. El techo de un galpón de grandes dimensiones situado en República Argentina y Vicente Mongrell, sufrió grandes destrozos y derrumbe de paredes. En la misma zona, la necrópolis local se vio afectada con la caída de raíz de varios árboles, lo que perjudicó la estructura de nichos y panteones. Plaza Acuña fue la más castigada, debido al tamaño de sus árboles. Allí se produjeron caídas de grandes ramas, lo que provocó el arrastre de cables del tendido eléctrico y televisión por cable.
Alerta amarilla para el litoral
Las condiciones que originaron la advertencia meteorológica de nivel naranja para la mayoría de los departamentos del país cesó ayer.
Sin embargo se mantiene alerta amarilla para Artigas, Salto, Paysandú, Tacuarembó, Rivera y Cerro Largo por la posibilidad que ocurran tormentas acompañadas de precipitaciones puntualmente abundantes, así como vientos de entre 60 y 74 kilómetros por hora. Para el resto del país no existe riesgo meteorológico.