Policiales | 09 Feb Personal de la Dirección de Investigaciones logró detener al cuarto integrante de la patota que en diciembre pasado atacó a dos adolescentes en la zona de barrio Norte, causándole a uno de ellos severas lesiones cerebrales. Extraoficialmente se supo que la detención de Cristian Omar Burnes Carbajal, de 22 años, apodado “el Volqueta” fue próxima a las 2 de ayer en las inmediaciones de Florida y Setembrino Pereda, y de inmediato fue trasladado a la Seccional Quinta, desde donde estaba requerido.
Tal como informara oportunamente EL TELEGRAFO, el pasado 22 de diciembre Matías Federico Correa Blanco, de 16, y Roberto Martín Oroná Horta, de 15, participaban de una clásica “pintada” de quince años en una finca de Barrio Norte, cuando al retirarse a bordo de una motocicleta le pisaron la cola a un perro, lo cual despertó la “sed de venganza” de una barrita de al menos cuatro personas que se volcó como en una cacería tras los adolescentes.
Luego de hacerlos caer de la moto en que se desplazaban los agredieron salvajemente a puntapiés y golpes de puño.
En aquella oportunidad, uno de los adolescentes, Oroná Horta, pudo librarse del ataque pero no así Correa Blanco, quien experimentó los peores golpes. Los traumatismos sufridos --principalmente en el cráneo-- motivaron su internación en el Hospital Regional de Tacuarembó, desde donde luego fue derivado al Hospital Escuela del Litoral con severos daños cerebrales, casi irreversibles. En tanto, el pasado 26 de diciembre personal de la Seccional Quinta había detenido a tres mayores de edad, de 24 y 18 años, y a un menor de 17.
En aquella oportunidad la Justicia procesó con prisión a César Andrés Albrecht de los Santos por haber incurrido en un delito de lesiones graves y un delito de hurto en régimen de reiteración real; y a A.M.O.C. y V.H.M.P. por un delito de lesiones graves.
Enterada la Justicia de la detención del cuarto integrante de la patota, dispuso el procesamiento con prisión de Cristian Omar Burnes Carbajal por un delito de lesiones graves en concurrencia fuera de la reiteración real y un delito de omisión de asistencia. El malviviente ya contaba con antecedentes penales que databan del año 2008, cuando fuera procesado por receptación.