Paysandú, Viernes 12 de Febrero de 2010
Rurales | 06 Feb Una empresa de Uruguay se mostró interesada en importar antígeno inactivado para fabricar vacunas contra la fiebre aftosa en el país, lo que si se lograra abriría un nuevo segmento en el mercado de específicos veterinarios.
La fabricación de vacunas inmunizantes contra la fiebre aftosa en el país se eliminó en 1994, a partir de que la Ley de Fiebre Aftosa vigente prohibió el manejo de virus vivo, para evitar posibles escapes de los laboratorios fabricantes de dosis, como sucedió en varios países desarrollados.
El año pasado, un laboratorio estuvo haciendo gestiones ante la Dirección General de Servicios Ganaderos (MGAP) para importar antígeno inactivado desde Brasil, con destino a la elaboración de vacunas contra la aftosa, pero se dio el caso de que el proveedor no estaba autorizado. Desde entonces, la empresa no volvió a replantear el interés en la importación.
El doctor Francisco Muzio, director general de los Servicios Ganaderos, indicó que “si el proveedor está autorizado no habría reparo en importar antígeno inactivado para fabricar vacunas en Uruguay”.
Es más, en el mundo la tendencia se inclina hacia la importación de antígeno inactivado para fabricar un banco y, en caso de un insuceso sanitario, fabricar las vacunas a utilizar para frenar el avance de la enfermedad. Hasta ahora las dosis antiaftósicas utilizadas en las campañas de vacunaciones que impulsa el país son importadas por el MGAP desde Argentina, Paraguay, Brasil y Colombia. En la última licitación pública se presentaron ocho oferentes. Sin embargo, Uruguay fue un fuerte elaborador de vacunas hasta la década del ‛90 y si se fabricaban localmente e incluso se exportaban, era porque este segmento era rentable.
Mercado se recupera
El presidente de la Cámara de Especialidades Veterinarias (CEV), Hugo Montaner, aseguró que el mercado de específicos veterinarios “continúa recuperándose”. La cámara reúne a 22 empresas que manejan más del 90% del mercado de específicos veterinarios del país.
Aseguró que el fortalecimiento del real desestimula el ingreso ilegal de específicos veterinarios brasileños en el mercado uruguayo. “Lo que notamos es un gran movimiento del lado uruguayo como consecuencia del aumento de la demanda de los brasileños por específicos uruguayos”, recordó a El País.
En cuanto a las perspectivas, el presidente de la CEV recordó que hay luces y sombras. Entre los puntos negativos, citó que --según se estima--, “faltarán unos 500.000 terneros que no nacieron por la sequía y unas 200.000 vaquillonas que se faenaron por igual motivo. Esas serán menos dosis vendidas en el mercado”. Como positivo, destacó que “el productor apuesta más a la sanidad”.
Con las pasturas tiernas y las abundantes lluvias que cayeron últimamente se enlentece el tracto digestivo de los rumiantes y se genera una mayor cantidad de clostridios, que es una bacteria normal en la digestión animal. “Al registrarse una proliferación bacteriana importante, se genera una toxina que mata súbitamente al ganado. Hoy los productores están vacunando más para prevenir mancha y cangrena”, dijo Montaner.
Bayer
La empresa Bayer dejó de fabricar vacunas antiaftósicas en Brasil y el segmento, considerado uno de los más lucrativos del mercado de específicos, quedó en manos de cuatro empresas: Merial, Pfizer, Vallée y Intervet/Schering-Plough.
Según publicó el portal Beef Point, la empresa comunicó el cierre de su fábrica en Porto Alegre, pero pretende seguir vendiendo el producto. El cierre de la fábrica implica quitar del mercado 100 millones de dosis anuales y la capacidad de producción de toda la industria brasileña instalada es de 500 millones de dosis.
El Ministerio de Agricultura de Brasil utilizará este año 365.300.000 millones de dosis para inmunizar los vacunos contra la aftosa, un 5% menos que el año pasado, porque Paraná, San Pablo y Tocantins, decidieron eliminar uno de los períodos de vacunación contra la enfermedad correspondiente a este año.
Las cuatro empresas que quedarán produciendo vacunas antiaftósicas en Brasil tienen un potencial de fabricación de 400 millones de dosis anuales, pero hay otros grupos que están apostando a este segmento.
Entre esos grupos está Biovet, la paulista Ouro Fino e Inova Biotecnología Saúde Animal, empresa constituida por Laboratorios Eurofarma y Hertape Calier Saúde Animal. Con esas tres nuevas fábricas, la capacidad instalada de fabricación en Brasil llegaría a unos 600 millones de dosis de vacunas. Por otro lado, la empresa argentina Biogénesis-Bagó ya tiene la autorización oficial para vender vacunas antiaftósicas en Brasil. Uruguay, a través del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, importa vacunas antiaftósicas desde Brasil, Colombia, Paraguay y Argentina.
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