Paysandú, Sábado 13 de Febrero de 2010
Locales | 07 Feb ALGO MÁS QUE PALABRAS
De un tiempo a esta parte, con motivo de la profunda crisis social y económica que vive el mundo, se han puesto de moda vocablos que nunca debieron perder su valor, como la austeridad y la mesura, el sentido de la equidad y de la justicia, la cultura del esfuerzo y el deber de trabajar, el respeto a la palabra dada y el cumplimiento de la ley. El ser humano, pero también el mercado, debe cotizar sin complejos las palabras anteriores. Son fuerzas morales fundamentales y precisas si no queremos retroceder, sobre todo para asegurar un mejor desarrollo integral en todo el planeta, en parte plasmado en los apasionantes objetivos de desarrollo del milenio, que conviene tenerlos muy presentes, por lo que son y por lo que representan de avance social: erradicar la pobreza extrema y el hambre, educación universal, igual entre los géneros, reducir la mortalidad de los niños, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial. Han perdido valor palabras que dicen mucho y hacen más. Urge cultivarlas seriamente para que nos cambien por dentro. Verán como se sale antes de la crisis. Fuera gastos innecesarios, lujos superfluos, modas transitorias, antojos momentáneos. No es fácil en un mundo en el que se propicia el consumo por el consumo, en el que nadie se ocupa de nadie, en el que compartir en verdad con quien sufre más que nosotros sigue siendo un sueño, en el que tampoco se educa a los niños y jóvenes en la austeridad, asumiendo por convicción un estilo sobrio de vida.
La desmedida avaricia de algunas personas, también de ciertos gobiernos o empresas, atenta contra el bien de todos. No es lícito actuar así pero seguimos haciéndolo.
Díganme si no: ¿cuántos ciudadanos ponen su riqueza en dar y en darse, que es la mejor manera de ser?; ¿cuántos altos cargos están dispuestos a rebajarse su salario?; ¿o cuántos empresarios ajustan sus expectativas viviendo un espíritu de moderación y solidaridad? Quizás sea bueno despertar las utopías desde las culturas, promover ilusiones que nos desenganchen del conformismo estéril y del pensamiento único. Sin duda alguna, el tren del aburguesamiento acaparador, utilitario, materialista, al que nos impulsa la sociedad capitalista debe entrar en vía muerta.
También los seductores ídolos de violencia, corrupción y riqueza, son viajeros que no pueden andar por los rieles de la vida como perro por su casa. Puede ayudarnos a tomar boca esta idea aristotélica: “La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía”. Está visto que, junto al talento debemos impregnar valores, si queremos salir de la crisis. A buen entendedor, pues, pocas palabras bastan. Víctor Corcoba Herrero /Escritor
RECIBIMOS Y PUBLICAMOS
Sra. intendenta departamental.
Estamos invadidos de mosquitos Aedes, transmisores de peligrosas enfermedades como el dengue y la fiebre amarilla. El clima caluroso y húmedo reinante favorece en gran medida la multiplicación de este vector.
Nuestros vecinos tienen ya la enfermedad en sus territorios, por lo que muy fácilmente pueden ingresar al país personas portadoras del inóculo para que los mosquitos se contaminen e instalen una epidemia en nuestra ciudad. Se ha conocido estos últimos días el ingreso de una persona enferma de dengue que ingresó al departamento de Colonia procedente desde Venezuela donde contrajo el mal.
Por lo tanto se corre un gran riesgo de que en cualquier momento se puedan producir casos de dengue aquí en Paysandú, máxime teniendo en cuenta la gran afluencia turística de personas provenientes de países tropicales donde la enfermedad es endémica.
Y no solamente de dengue, sino también fiebre amarilla, que si bien hay vacunas contra este mal, la población no está vacunada.
Por todo esto hay que extremar todas las medidas de control para evitar la reproducción del mosquito transmisor que ya abunda en nuestra ciudad. Hemos podido constatar que existen grandes criaderos de este insecto dentro de la ciudad y en los alrededores cercanos. Por ejemplo en el barrio San Félix, calle 76 Sur, hay un gran predio rodeado de cientos o miles de grandes cubiertas de neumáticos, que están dispuestas costado contra costado todo alrededor del terreno y todos sabemos que juntan agua de lluvia y favorecen el criadero de mosquitos. Esto ya ha sido denunciado a la dirección de Sanidad Municipal, pero el grave problema subsiste y no se toman medidas radicales para eliminar estos focos. En algún momento creo se le indicó al tenedor de estas cubiertas que debía ponerles aserrín para evitar que juntaran agua libre donde se multiplican los mosquitos, pero esto no se continuó haciendo.
Estas acumulaciones de neumáticos existen en varias zonas dentro de la ciudad y no se les obliga a eliminarlos, por lo que las medidas de control que se difunden por parte del municipio, son más formales que reales.
Otro lugar donde hay gran cantidad de receptáculos es en el cementerio, donde hay miles de floreros en panteones y nichos, que cuando llueve juntan agua. Si bien se ponen letreros pidiendo que no se utilice agua y se ponen tachos con arena para que sea utilizada en los floreros, eso no constituye una solución efectiva.
Hace ya varios meses le sugerí al entonces intendente Julio Pintos que en lugar de arena pusieran aserrín de madera en los tachos y que además utilizara personal del Mides para que llenaran todos esos receptáculos para de esa forma evitar que junten agua libre.
El aserrín mojado de los floreros, sirve muy bien como sustrato para introducir los tallos de las flores y además evita que haya agua libre en la superficie. Como siempre Nino desechó mis sugerencias y nada se hizo sobre esto.
Por lo tanto vuelvo a insistir para que se le dé directivas al Dr. Américo, que tiene muy pocas ideas para resolver con urgencia y efectivamente este problema.
Hay un refrán que dice “Después del trueno, Santa Bárbara” y los refranes son sabios, por eso hay que tenerlos en cuenta. Ricardo Brasesco
LA VOZ DEL PÚBLICO
La imprudencia de un jerarca
En agosto del año pasado, el Vicepresidente del Banco de Previsión Social (BPS), Heber Galli, explicó a los medios de prensa que cálculos primarios establecían un incremento mínimo del 15% en las pasividades (jubilaciones y pensiones) a partir de enero de 2010, pero agregó que era necesario esperar hasta diciembre para definir el porcentaje con exactitud, pues los aumentos varían en función del Índice Medio de Salarios Nominal (IMSN).
Sin embargo, en noviembre del 2009 el Director de BPS, Ernesto Murro, efectuando un balance del quinquenio que fuera publicado en algunos medios de prensa y en página web de Presidencia, anunció que los cambios profundos en política de Previsión Social posibilitaron un aumento de jubilaciones del 15% a partir de enero de 2010, correspondiente al doble del aumento de precios (7%).
El 10 de diciembre siguiente, durante un discurso pronunciado en el 15º Congreso de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), el mismo Murro reconoció que se había equivocado al anunciar el citado ajuste de pasividades y estimó que el mismo será aproximadamente del 12%.
Murro explicó las razones: “Dijimos hace tres o cuatro meses que si todo seguía igual como en aquél entonces (julio - agosto), que en enero el ajuste iba a ser, más o menos, del orden del 15%, punto más, punto menos. Dijimos que dependía de la evolución de los salarios y de los precios en los últimos meses del año. Pero estaba convencido de que andaría por ahí. A esa altura daba 15% y más. Una razón de error es que el año pasado, a fines de año, hubo aumentos de salarios, pero este año no va a haber, pues se dieron en julio. Una segunda causa del error, que en otro momento podríamos explicar como una buena noticia, es la caída de la inflación. Llevamos dos meses con caída de la inflación. Se proyectaba que iba a ser de 7 u 8% y ahora va a ser menos del 6%. Podríamos haber disfrazado esto, lo podríamos haber eludido, me podría haber enfermado y no haber venido, podría echarle las culpas a otros. Pero es mi culpa, es mi error y estoy aquí ante ustedes, que son quienes dirigen y representan a los jubilados y pensionistas de todo el país. Me equivoqué con el aumento de pasividades en el próximo enero, no será así y es mi obligación decírselos acá, de frente”. En el mismo congreso, se resolvió por aclamación que “debido a la excelente gestión del maestro Enesto Murro, se considera beneficiosa su continuidad como presidente en el Directorio del BPS”, por lo cual se enviará la petición al presidente José Mujica.
Consultado sobre acusaciones que vinculan el anuncio realizado en período electoral y su modificación posterior a las elecciones además del posible llamado a Comisión Legislativa, Murro rechazó enfáticamente de que el hecho haya incidido en los comicios: “Es una ofensa a la democracia, a los jubilados y pensionistas, pensar que alguien va a cambiar su voto por 200 pesos. Nosotros nunca dijimos tajantemente que habría un aumento del 15%, aunque evidentemente cometimos un error que asumimos como nuestra responsabilidad; fuimos personalmente al Congreso de los Jubilados a dar la cara, a brindar las explicaciones sobre nuestra equivocación y a pedir las disculpas correspondientes. Los Técnicos del Partido Nacional especializados en estos temas tampoco advirtieron que el porcentaje de aumento anunciado estaba equivocado, lo que demuestra que el tema es bastante complejo”.
Siendo el tema bastante complejo y si las variables económicas de las que depende el ajuste jubilatorio no competen al BPS como explica Murro, entonces ¿para qué el anuncio y porqué lo realiza previo a las elecciones? En ese sentido nadie supone el comportamiento electoral de los jubilados y pensionistas y tales afirmaciones son del jerarca, que debe rendir cuentas al Parlamento.
Más allá de que entre los porcentajes de 15% y 12% existe una gran diferencia, si entiende que nunca dijo tajantemente que habría un aumento del 15%, ¿con qué fin concurre al 15º Congreso de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas (Onajpu) a presentar sus disculpas? ¿O pretendió “matar dos pájaros de un tiro” solicitando implícitamente el apoyo a esa organización para continuar en su cargo?
Entre las virtudes que deben poseer y ejemplificar los jerarcas se encuentra la prudencia, abandonada una y otra vez en estas circunstancias. Más aún cuando pocos días atrás, el presidente José Mujica ratificó en sus cargos precisamente a Ernesto Murro entre el trío de jerarcas del Banco de Previsión Social, Banco Central y el Banco de la República Oriental del Uruguay.Fernando Patrón
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