Policiales | 08 Feb Personal de la Dirección de Investigaciones incautó varias prendas de vestir que habían sido ingresadas ilegalmente desde Argentina, en el marco de un operativo en el que se vio involucrado un marinero sanducero.
Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, la Policía efectuó un allanamiento en una finca ubicada en la zona de Park Way y Costanera, donde el día anterior habían bajado desde una camioneta ocho bolsas negras encintadas, comúnmente utilizadas en el contrabando de ropa y donde un automóvil Volkswagen Gol blanco había levantado varios bultos.
Los propietarios de la finca, de 40 y 38 años, manifestaron que un hombre a quien no conocían les pidió que “le aguantaran” 8 bolsas negras –cuyo contenido dijeron desconocer--, pagándoles por esta tarea la suma de 1.000 pesos. Agregaron que más tarde otro sujeto, a quien tampoco conocían, fue a levantar 6 de dichas bolsas.
Al continuar la investigación se logró detener a un marinero en actividad --trabaja en el Puente Internacional--, quien dijo que había bajado unos bultos desde una camioneta en las inmediaciones de Cerrito y Andresito (donde funcionan varios puestos de venta de ropa) y que por esa tarea había percibido 600 pesos. Agregó que él no era el conductor de la camioneta, sino simplemente había realizado un encargo. Pero, paralelamente, el marinero admitió que dos veces por semana se trasladaba a la ciudad de Colón desde donde traía diversos comestibles y fundas de refrescos para abastecer un comercio de su propiedad.
Nuevamente indagado el matrimonio desde cuya casa se incautó la ropa señalaron que el marinero, en reiteradas oportunidades, les había llevado bultos con ropa argentina en la citada camioneta. En tanto, una nueva actuación de personal de Investigaciones permitió detener al bagayero que conducía la camioneta, a la vez propietario de uno de los puestos de Cerrito y Andresito, quien dijo realizar tareas como chofer en las excursiones que dos veces por semana se realizan a “La Salada” en Buenos Aires, desde donde se ingresa la mayor parte de ropa ilegal, percibiendo 1.200 pesos por viaje.
Enterada la Justicia dispuso la liberación de todos los implicados y el decomiso de las prendas incautadas.