Deportes | 15 Feb En todo momento decíamos que la selección de fútbol Sub 18 de Paysandú tenía equipo como para pelear cosas importantes, y también, que había jugadores que no estaban a la altura de sus antecedentes en materia de la calidad de jugadores que son.
Reclamábamos que recuperaran la memoria estos valores, porque de otra manera no se podía entender, como en el 2007, la mayoría de estos jugadores, se habían coronado campeones nacionales de Sub 15.
Entonces, cuando por momentos jugaban en todo su esplendor, todos nos ilusionábamos con el gran equipo que era capaz de estar jugando las finales del campeonato. Pero, pocos minutos después, cuando no lograban anotar en el arco de enfrente, se caía en un pozo profundo de amnesia y se jugaba a lo que saliera. Por eso fue llegando a los tropezones, y cuando parecía que iba a caer definitivamente en el abismo, apareció el equipo. Y apareció porque aquellos jugadores de gran nivel, tuvieron una gran levantada para que todo cambiara y de la tristeza se pasara a la sonrisa.
También es bueno decir que tuvo mucho que ver la dirección técnica del elenco sanducero, comandada por Robert Romero, porque interpretó a tiempo cómo podía sacar jugo a sus dirigidos para que éstos levantaran producciones, cambiando posiciones de jugadores y de sistemas del juego. Así fue entonces que se le pudo ganar con contundencia a un rival que una semana atrás le había ganado en su casa por 2 a 1. Paysandú tuvo consistente en sus líneas, mejorando notoriamente en mitad de cancha, con dos leones que fueron Pedro Betti y Danny Carlis, dándole un orden al equipo, pero también los desplazamientos de Diego Fantoni, cada día crece más en su juego, con Bayron De Agustini, a quien le falta un puntito más arriba para llegar a su nivel. Y en ofensiva, Pablo Silva, siendo artífice de los buenos ataques de Paysandú, quien se demostró a sí mismo, que tiene grandes condiciones, acompañándolo Juan Carabajal. En tanto que en defensa, estuvo más seguro Ruben Lima, principalmente en la entrega del balón y Jorge Ramírez que se sintió cómodo en esa posición de marca punta izquierda, con mayor panorama para las subidas, cumpliendo las tareas habituales y efectivas Jhon Esbrés y Aníbal Correa. Y queda lo del arquero. Difícil puesto, porque Klever Noguera, que era el titular, había salvado a Paysandú de goleadas en varios partidos, pero no estuvo feliz contra Artigas en el juego de local y fue al banco. Su lugar lo ocupó Giuliano Poggio, que antes de comenzar el campeonato creíamos que iba a ser el titular, pero Noguera había trabajado muy bien y por eso se había ganado el lugar.
Poggio como siempre, impresionante en el arco. Tuvo una atajada monumental en el primer tiempo, de su sello sin dudas. Pero bueno, esto es pasado, porque sólo se ha dado un pasito importante en procura del tricampeonato del Litoral Norte, porque ahora se viene Salto en las finales y no habrá que quedarse en las mieles del éxito logrado, sino que por el contrario, tener presente que se deberá continuar mirando hacia el futuro con gran esmero y dedicación, porque aún no se ha ganado nada. Daniel Bazet Fernández.