Locales | 20 Feb MONTEVIDEO. (Por Teddy Alvarez). La directora del Banco de Previsión Social (BPS) en representación de los empresarios, Cra. Elvira Domínguez, destacó la conveniencia de prorrogar el decreto de rebaja del Imesi a los combustibles en Paysandú como una forma efectiva de combatir el contrabando, actividad que podría intensificarse con la instalación de un segundo bagashopping en la capital departamental y de una “salada” del otro lado del puente. En diálogo con EL TELEGRAFO, Domínguez –que días pasados mantuvo diversos contactos en Salto y Paysandú- puntualizó que los empresarios sanduceros le habían expresado “su intranquilidad por el nuevo bagashopping –el segundo-- que se está instalando en la ciudad”, pero “fundamentalmente porque del lado argentino se habla de instalar una salada”, que es “un espacio donde se van a abastecer los revendedores y contrabandistas uruguayos”. Ese espacio ya existía algo alejado del puente, pero “al parecer ahora se va ubicar mucho más cerca”.
“Todo esto preocupa mucho a los comerciantes uruguayos, sumado a que el 1º de marzo termina la prórroga que se había establecido para exonerar el Imesi a los combustibles, que fue una medida efectiva y que es visualizada por los empresarios sanduceros como altamente positiva, por lo que están aguardando que el gobierno vuelva a prorrogarla”, enfatizó.
LUCHA AL CONTRABANDO
Por otra parte, la directora del BPS indicó que “a raíz de las inquietudes manifestadas por los empresarios de Paysandú”, a su regreso a Montevideo “nosotros mantuvimos una conversación telefónica con el director de Aduanas, Ricardo Prato”, quien mostró “su disposición en intensificar los controles”, pero señaló que “muchas veces el marco legal no acompaña” como tampoco “la dotación de personal con que cuenta”. “De todas formas creemos que en el actual director de Aduanas encontramos un aliado en la lucha contra el contrabando y descontamos que igual actitud tendrán las nuevas autoridades”, enfatizó.
ARÁNDANOS
Asimismo, señaló que existen algunas dificultades especialmente entre los productores de arándanos para conseguir mano de obra, consignando que “ellos tienen la posibilidad de dar trabajo”, o sea que existe “mucha demanda de mano de obra” pero en muchas ocasiones “no hay trabajadores en las localidades cercanas”, lo que obliga a las empresas “a desplazarse en algunos casos hasta 120 kilómetros para encontrar trabajadores para estas cosechas” las que “son intensivas en ocupación de mano de obra”.