Paysandú, Martes 23 de Febrero de 2010
Nacionales | 20 Feb Polémica por los conformes
El tema del tope salarial fijado por el Movimiento de Participación Popular y la firma de pagarés por los legisladores en garantía de sus aportes crece y crece. Ahora el senador del Espacio 609 Jorge Saravia renunciará al MPP y al MLN por no estar de acuerdo con esto. Saravia aclaró a “La República” que su malestar se debe a la metodología y no al aporte: “Yo estoy de acuerdo con los aportes a la organización, con los topes. Lo que no estoy de acuerdo es con el método que se quiere implementar, cuando en el pasado el acuerdo se basó en el valor de la palabra empeñada y el compromiso político”.
Para Saravia, la firma de los 60 pagarés “genera una desconfianza política hacia los legisladores. Si ellos tienen desconfianza en los legisladores nosotros también tenemos derecho a desconfiar de la organización”, señaló. El senador se desvinculará del MPP y del MLN pero permanecerá en el Espacio 609 y mantendrá los aportes al Fondo Raúl Sendic y al Fondo Solidario. Al diputado canario Esteban Pérez le molesta la decisión de firmar pagarés, pero no renunciará. “Me resulta ofensivo (pero) yo preservo la organización política y la pongo antes que nada”, aseguró. Explicó que la decisión de compromiso financiero mediante firmas de conformes nace luego que determinados integrantes del MPP se llevaran sus bancas y entraran “en una seria contradicción con lo que siempre manifestaron”.
“Debilidad ideológica”
Saravia considera que la nueva metodología deja entrever “una fuerte señal de debilidad ideológica”, pues intenta “atar por vale a los compañeros legisladores” cuando debería de “atarlos en base a un debate político y de respeto hacia los compañeros”. Explicó que la metodología consistía en fijar los topes salariales, en base a la palabra, y así se cumplió durante estos cinco años. “Ahora, el ejecutivo nacional del MPP llevó una propuesta a la dirección nacional en la que se plantea que los legisladores firmen un vale, conformes por 156.000 dólares, que es el total de la diferencia de lo que no cobra el legislador y que tiene que enviar al MPP por adelantado. Nosotros votamos en contra”, dijo.
“En una organización la unidad no se genera en base al precio de vales sino en base a la discusión y los acuerdos políticos. Yo creo que esto es una fuerte señal de debilidad ideológica del MPP, de intentar por vale tratar de ‘atar’ a los compañeros legisladores cuando debería de ‘atarlos’ en base a un debate político y de respeto hacia los compañeros. Yo al no acatar esa decisión tengo que separarme de la orgánica del Movimiento y quedarme en donde me corresponde, que es en el Espacio 609”, añadió.
La banca del MPP
Por otro lado, Saravia aseguró a “El País” que se alejará de la organización y se llevará la banca para el grupo Masoller. Pero el senador Ernesto Agazzi, también emepepista, le aclaró rápidamente que “los cargos son de la organización política, no de cada uno de los legisladores”. “No implica ninguna medida de confianza o desconfianza. Es un tema de pagar, como yo pago mi cuota del Frente Amplio, o del club”, dijo Agazzi. “Nosotros teníamos anteriormente un mecanismo de aporte, que lo habíamos resuelto entre todos y ahora se busca una mejor manera de asegurar el pago”, añadió.
¿La casa de la discordia?
Y hablando de polémicas, otra es el futuro que puede tener la residencia presidencial en Punta del Este, que el futuro presidente planea vender. Pero esto no es ninguna novedad, y con cada nuevo gobierno, el tema vuelve a estar en el tapete.
Publica “El País” que la casa de la Roosevelt no fue utilizada por Jorge Pacheco Areco, ni por Juan María Bordaberry, ni por Alberto Demichelli, ni por Julio María Sanguinetti en su respectivas presidencias. Otros mandatarios sí la disfrutaron.
Sanguinetti no usó la casa en su primer mandato porque no podía descansar en la casa y prefería la estancia Anchorena. Incluso en su segundo mandato manejó la posibilidad de venderla, pero la polémica fue tan grande que dio marcha atrás. Quien le dio buen uso fue Luis Alberto Lacalle, que descansaba todo el verano y también recibía autoridades extranjeras. Mientras tanto, su casa en La Barra se alquilaba en cada temporada. Jorge Batlle también fue un residente frecuente de la finca, tanto en invierno como en verano. Tabaré Vázquez afirmó que no usaría la casa y que sería empleada para que vacacionaran niños del interior del INAU. Pero esto no ocurrió y Vázquez disfrutó de la casa en más de una oportunidad, y además muchas figuras cercanas a él emplearon la casa estos años.
Despropósito
La Suprema Corte de Justicia rechazó la millonaria demanda laboral entablada por 154 guardahilos de Antel y falló a favor del ente estatal, por considerar como “un verdadero despropósito” que la Justicia Laboral acogiera sus reclamos, “aplicando principios tuitivos propios de la relación de trabajo, cuando es claro que los actores se vincularon con el ente por un contrato de arrendamiento de servicios que retribuye su prestación, en términos económicos de verdaderos privilegios”.
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