Rurales | 21 Feb Dirigentes de cuatro gremiales agropecuarias se reunieron con el ministro de Economía, Alvaro García, para reclamarle “reglas claras” en el cambio de criterio en la fijación del valor de la contribución inmobiliaria rural. De todas maneras, aseguraron que se fueron del encuentro sin nuevos elementos, en tanto esta semana se reunirán con el futuro titular de Economía, Fernando Lorenzo.
Un decreto emitido el 30 de diciembre elevó 35% el precio de la Contribución Inmobiliaria Rural, lo que representa una suba en dólares de 64%. Las gremiales del campo se molestaron por el impacto en dólares de la decisión sobre sus costos y por el cambio de criterio del mecanismo de fijación, ya que se tomó el precio de venta de los campos, con la base de los trabajos realizados por la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del MGAP.
Más allá de los trabajos técnicos, como el de la Asociación Rural del Uruguay, donde se demuestra que en lugar de 1,5 novillos gordos, ahora se precisarán más de 3 para pagar el tributo, las gremiales pidieron una entrevista con el ministro Alvaro García y con su sucesor, Fernando Lorenzo. Tras la reunión con García los ruralistas se fueron como llegaron: sin nada nuevo.
Los presidentes de la Federación Rural, Octacilio Echenagusía, de la Asociación Rural del Uruguay, Manuel Lussich, de la Asociación Nacional de Productores de Leche, José Noel Alpuin y de Cooperativas Agrarias Federadas, Luis Bianco, le pidieron a García “reglas claras”.
Las gremiales no descartan la posibilidad de elaborar otro trabajo técnico demostrando el impacto de la suba de la contribución para presentarle al nuevo ministro de Economía. “Hicimos énfasis en que el valor de la tierra no es criterio para cobrar el impuesto”, le dijo a El País Octacilio Echenagusía al finalizar la reunión.
“No se tomó un promedio del incremento del precio de los campos, se tomó el aumento de 35% sobre los campos que se vendieron más caro, sobre las tierras agrícolas más caras, cuando en algunos departamentos la tierra bajó entre 18% y 20%”, explicó. “Por un lado subió el precio de la tierra, pero fue el ejercicio económico que la ganadería perdió más plata”.
Para el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Manuel Lussich, lo lógico es “trabajar con la próxima administración de gobierno para tener criterios, hacia adelante, más predecibles sobre el aumento de este tributo”.
Hay Intendencias que ya están cobrando la primera cuota del tributo con aumento. Los ruralistas argumentan que, aunque cuando se lo plantearon al ministro recibieron a cambio risas, “si el precio del dólar fuera más alto (entre $ 28 y $ 30) el aumento de la contribución no se hubiera sentido tanto, como con un dólar tan débil. Somos conscientes de que tenemos que pagar impuestos y queremos pagar, pero no compartimos el criterio con que se fijó el último aumento y buscamos que no se repita”.
Según Echenagusía, “el monto por hectárea que tienen que pagar los pequeños ganaderos y los criadores es muy alto y además transmite una inseguridad hacia el futuro”
Ejemplo
Un informe emitido en enero por el Ministerio de Economía asegura que por hectárea el campo paga menos del valor de una cajilla de cigarrillos. A modo de ejemplo establece el caso para campos de 2.000, 2.300 y 2.500 hectáreas.
Y dice que un campo de 2.000 hectáreas en caso de acceder a un 10% de descuento por buen pagador y otro 10% por pago en fecha estaría pagando “alrededor de $ 90.000 al año”, lo que significa que “paga $ 46 por hectárea por año, comparándolo con el valor de un paquete de cigarrillos ($ 58) significa que por año y por cada hectárea en propiedad, paga menos que lo que, de hacerlo, se fumaría en un día”. Para Echenagusía “una cajilla de cigarrillos, en algunos casos, es más de lo que gana en un año”.