Policiales | 23 Feb Un procedimiento de la Dirección de Investigaciones relacionado con contrabando concluyó ayer con el procesamiento de cuatro personas. Se trata de un marinero y dos personas dedicadas al trasiego de mercaderías desde la vecina orilla, así como un mecánico que reparó una moto con partes obtenidas en un desarmadero.
Como adelantáramos en base a información extraoficial, el pasado 4 de febrero la Dirección de Investigaciones obtuvo datos confidenciales sobre la descarga de ocho bultos con mercadería de contrabando en una finca ubicada en la zona de calle Israel, cerca de la entrada a la chacra policial. Enseguida los efectivos montaron vigilancia en la zona y observaron cómo un Volkswagen Gol blanco llegaba hasta la propiedad y luego de cargar varios bultos se retiraba. Lo siguieron pero lo perdieron de vista.
Con una orden expedida por la Justicia allanaron la casa y recuperaron dos bultos con prendas de vestir de origen argentino por un valor de 80.000 pesos. Indagado el dueño de la vivienda, J.C.P.A de 42 años, dijo ser chofer de un minibus que habitualmente viaja a ferias argentinas como “La Salada” y agregó que el dueño del vehículo le pagaba 1.200 pesos por cada viaje, en los cuales llevaba gente a efectuar compras.
Respecto a la procedencia de los bultos aseguró que un desconocido se lo dejó en depósito con el compromiso de pasar a buscarlos luego, por lo cual le pagó 1.500 pesos.
Nuevas averiguaciones permitieron identificar a los ocupantes de la camioneta que acercó los bultos hasta la finca. El conductor era W.L.I.M, de 59 años, quien habitualmente viaja a Colón, en tanto el acompañante era un marinero apostado en el Puente “General Artigas”, de 35 años e iniciales H.R.C.V.
Indagado, W.L.I.M dijo que viaja habitualmente a Colón acompañado por el marinero, quien adquiere mercadería para su comercio (en zona Sur) como refrescos, harina, azúcar, aceite y fideos. Admitió que él también hace compras para su casa y para una hija que estudia en otro departamento.
H.R.C.V en tanto, admitió haber llevado los bultos hasta la casa de calle Israel, pero aclaró que lo hizo a pedido del propietario de un puesto en el bagashopping ubicado en Cerrito y Andresito, a quien supuestamente se le había averiado el auto.
Asimismo, en el marco del allanamiento efectuado en la zona sureste, se incautó una moto de 125 centímetros cúbicos, a la que le habían instalado un motor 110 con el número limado. J.C.P.A fue indagado al respecto y declaró que su esposa la había llevado recientemente a un mecánico, cuyo taller está en calle 19 de Abril. El propietario del taller, de 30 años e iniciales W.A.M.O dijo que efectivamente la señora le llevó la moto y él le dijo que necesitaría unos 10.000 pesos en repuestos, parte de los cuales ella compró en comercios de plaza. Sin embargo el dinero no fue suficiente para comprar las tapas de cilindro, así que él consiguió unas en un desarmadero y las colocó, cobrándoselas como nuevas.
En primera instancia la Justicia dispuso la libertad de W.L.I.M y de W.A.M.O, pero en las últimas horas citó nuevamente a todos los involucrados y dispuso el procesamiento sin prisión de H.R.C.V por un delito continuado de contrabando y por encubrimiento. J.C.P.A recibió la misma pena por encubrimiento, W.L.I.M por el mismo delito y W.A.M.O por estafa.