Locales | 28 Feb La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) alertó a la Intendencia sobre “el potencial riesgo que pende sobre esta población como consecuencia de la persistencia de una fase El Niño”, que podría producir abundantes precipitaciones a finales del verano y, si su debilitamiento no se acentúa, intensas precipitaciones en el próximo otoño “ocasionando una probable e importante crecida en el río Uruguay. En opinión de algunos técnicos, dicha creciente podría tener similar gravedad a la de fines de noviembre pasado”.
Un documento entregado por el presidente de la delegación uruguaya en la CARU, ingeniero Eugenio Lorenzo, y el delegado Rubens Stagno, indica que dicha advertencia se realiza en la comprensión que su conocimiento por parte de las autoridades “favorecerá a mejorar una prevención”.
“La posibilidad de contar con previsiones relativamente confiables y acordes con el desarrollo científico alcanzado resulta una significativa contribución para el diseño de políticas públicas que apunten a la toma de decisiones tendientes a minimizar los efectos de las recurrentes crecidas del río”, dice el informe climático sobre El Niño presentado por la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) a la intendenta Helena Heinzen y que prevé una probabilidad del 58% de que dicho fenómeno se mantenga durante el trimestre abril, mayo y junio de 2010.
“La Comisión Administradora del Río Uruguay, preocupada por tales sucesos, y cuando los ecos de las consecuencias padecidas por esta última crecida aún se hacen sentir, estima conveniente acercar a las autoridades del Municipio su preocupación por la posibilidad de que un nuevo evento de similar magnitud amenace a la población de esa comuna en el otoño próximo”, dice el documento.
El presidente de la delegación uruguaya, ingeniero Eugenio Lorenzo y el delegado Rubens Stagno, manifestaron que “la preocupación citada no es arbitraria. Se sustenta en publicaciones de diversos servicios meteorológicos y en la opinión y conclusiones de numerosos especialistas en cuestiones climáticas e hidrológicas”.
Agrega el informe que “dada la influencia que el fenómeno El Niño ejerce sobre la cuenca del Río de la Plata, y con ello sobre el régimen del río Uruguay, a los fines de prever el advenimiento de sucesos extremos que pongan en riesgo las vidas y las propiedades de los asentamientos próximos al río Uruguay, y con la finalidad de tomar medidas preventivas que mitiguen los efectos desastrosos de las inundaciones, es importante que todos aquellos que por su función pública tengan algún grado de competencia con la problemática de las inundaciones estén informados de la opinión e investigaciones de los principales organismos e instituciones especializadas en el tema”.
“Poder contar con un cuadro anticipatorio de las eventuales consecuencias constituyen en sí mismo un basamento indispensable para la instrumentación de políticas preventivas y contar con el tiempo suficiente para adoptar de medidas al respecto”, sostiene.
Caru recomendó como fuentes confiables de información en este tema a las predicciones del fenómeno ENSO en el sitio web del Centro de Predicción Climática de la Administración de Océanos y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, el Boletín de Tendencia Climática del referido organismo y la Dirección Nacional de Meteorología de Uruguay.
De la lectura de estas publicaciones citadas puede inferirse que es muy probable que la precipitación pluvial durante el primer trimestre de este año en la cuenca del río Uruguay sea levemente superior o igual a los valores promedios para igual período.
“El Niño del fenómeno Enos aún está vigente y la posibilidad que se prolongue durante los meses de febrero, marzo y abril de 2010 es del 92%, esperándose un debilitamiento gradual del fenómeno. La condición El Niño tiene una probabilidad del 58% de mantenerse durante el trimestre abril, mayo y junio de 2010”, agregó la CARU.
“Si a estas inferencias las vinculamos con los efectos que el fenómeno El Niño ocasionaría en el otoño de nuestro hemisferio, podría presentarse un final de verano con precipitaciones superiores a las normales, conformando un cuadro general de condiciones hidrológicas poco deseables desde el punto de vista del escurrimiento para las precipitaciones que habrían de producirse en abril y mayo”.
“Si el debilitamiento del fenómeno El Niño no se acentuara, podrían llegar a producirse abundantes precipitaciones en el otoño de 2010, ocasionando una probable e importante crecida en el río Uruguay, que en opinión de algunos técnicos podría resultar de similar gravedad a la acaecida a fines de noviembre y principios de diciembre de 2009”, agrega el documento.