Deportes | 02 Mar Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010 comenzaron el pasado 12 de febrero marcados por el gris de la tragedia y las ocurrencias del clima, y terminaron el domingo en Vancouver con una nota dorada, favorable en lo deportivo aunque algo incierto en lo económico, teniendo en cuenta que la inversión fue millonaria.
Antes de Vancouver 2010, el país anfitrión nunca había podido festejar una medalla de oro en otras dos citas olímpicas celebradas en su territorio: los Juegos de Verano en Montreal 1976 y de Invierno en Calgary 1988. Para un país huérfano de títulos olímpicos en su tierra, cerrar en lo más alto del medallero con 14 metales de oro, 7 de plata y 5 de bronce rebasó hasta sus propias expectativas.
El costo económico de la aventura deportiva se comenzará a percibir desde el mismo momento en que se apagó la antorcha olímpica y, como dato, vale indicar que Montreal estuvo casi dos décadas en bancarrota, pagando a cuentagotas la deuda de sus Juegos.
Pero la cita de Vancouver 2010 llegó a feliz término al cabo de dos semanas, y para ponerle la frutilla a la torta, Canadá ganó las dos medallas que más quería: las del hockey sobre hielo masculino y femenino.
Los excelentes resultados deportivos, la buena organización del evento y la cordialidad del pueblo canadiense hacia sus visitantes, hicieron posible terminar con una nota positiva de esperanza y alegría, unos Juegos que comenzaron el 12 de febrero marcados por la muerte del joven georgiano Nomar Kumaritashvili.
En medio de todo, la noruega Marit Bjoergen, con cinco medallas en el esquí de fondo, tres de ellas de oro, y el suizo Simmon Amman, con dos títulos olímpicos y cuatro en dos Juegos, fueron reyes coronados de Vancouver 2010. También brillaron con luz propia la china Wang Meng, estrella del patinaje de pista corta, la alemana Magdalena Neuner en el biatlón, y el legendario Ole Einar Bjoerndalen, que a sus 36 años se inscribió en Vancouver entre las leyendas del deporte al conseguir su sexta medalla de oro en el biatlón olímpico. Vale recordar que en cuatro años la cita será en Rusia.