Deportes | 02 Mar Se esperaba mucho más de la selección Sub 18 de Paysandú, porque contaba con el material humano necesario: un técnico ganador, más allá que no pudo repetir en 2009 los títulos a nivel Nacional cosechados en los años 2007 y 2008 al frente de la selección Sub 15, y que también ya había tenido participación en selecciones Sub 18.
Entonces el nombre de Robert Romero no tenía y tendrá discusión al frente de la Sub 18, que este fin de semana cayó para ceder el título del Litoral Norte, nada más y nada menos que ante Salto, su rival de todas las horas.
¿Que pudo equivocarse Romero? Puede ser, y esto es discutible desde el punto de vista que se le mire, pero siempre buscó conformar un equipo competitivo, cambiando sistemas y jugadores en busca de consolidar el fútbol pretendido.
¿Que nunca encontró el equipo que mejor le respondiera? También puede ser, pero el trabajo con dedicación siempre estuvo, y esto no debe ser objeto de otra discusión.
¿Que los jugadores elegidos fueron los correctos? Tampoco se discute, solo que el equipo no funcionó de la manera deseada.
¿Que hubo jugadores que no levantaron su nivel, aquel que tuvieron cuando fueron campeones nacionales de Sub 15 en 2007? También es verdad, y esta situación fue una de las causas por las que no se llegó al objetivo de ser campeones por tercera vez consecutiva en esta generación, tras las vueltas olímpicas de 2008 y 2009 con Ulises Betti como entrenador. Pero a esto debemos agregarle que para esta nueva edición no se contó con jugadores que desequilibraban en ofensiva, porque no están en Paysandú los Techera, Oyharzabal, Jarque y Aguinaga, entre otros, porque están en el fútbol formativo profesional.
Por eso, esta eliminación del Nacional debe ser tomada con calma, porque a la vuelta de la esquina está la revancha dado que en el mes de agosto se estaría jugando el Nacional de Sub 18, conjuntamente con las Sub 15.
Si bien existen versiones de que se estaría modificando la forma de disputa de selecciones Sub 18, es decir seguir con el sistema de este año, siendo preliminares de los mayores, esto no está confirmado y más: para modificarse habrá que hacerlo en una Asamblea de la Organización del Fútbol del Interior (OFI).
Por otro lado, el título de la Confederación del Litoral Norte quedó en buenas manos, porque de cuatro enfrentamientos entre sanduceros y salteños, tres ganó Salto y nada se puede discutir.
Salto fue un equipo organizado, generoso y muy solidario, que con gran concentración en lo que quería, demostró que a veces en el fútbol las mejores intenciones no sirven de nada si en el momento de marcar la diferencia en el arco contario no se logra hacerlo, como le ocurrió al equipo sanducero. Daniel Bazet Fernández