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Paysandú, Jueves 04 de Marzo de 2010

CON MUCHAS DIRECTAS E INDIRECTAS

Conceptual, claro y muy empírico, Mujica planteó su línea de gobierno

Locales | 02 Mar (Por Eduardo Lima) Utilizando más de 4.500 palabras en cuarenta y nueve minutos, el Presidente de la República dio las principales pautas de lo que será su próximo gobierno, basado en cuatro políticas que definió como “de Estado”, y para las cuales buscará consensos con los demás partidos políticos.
Pocos minutos después de las 14, la en ese momento presidenta de la Asamblea General, Lucía Topolansky, tomó la declaración de Mujica y Astori como presidente y vice respectivamente. “Yo, José Alberto Mujica Cordano, me comprometo a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado, y a guardar y defender la Constitución de la República”, dijo Mujica leyendo. Inmediatamente, Topolansky le anunció: “queda usted investido en su calidad de Presidente de la República”. Inmediatamente, pasó un brazo sobre los hombros del presidente y lo besó en la mejilla, felicitándolo.
Luego le tocó el turno al vicepresidente, Danilo Astori, quien se adelantó a que Topolansky lo invitara a declarar y dijo de memoria sus palabras, tras lo cual también fue saludado por la primera senadora. Luego Astori dio la palabra a Mujica.
PRESIDENTE, PERO MANDADO
Tras las introducciones formales, y una mención especial a “mi querida Lucía”, Mujica dijo que esperaba recordar que “soy presidente sólo por la voluntad de los electores”, afirmando que la palabra “electo me advierte que no me distraiga y recuerde que estoy mandatado para la tarea”.
Enseguida Mujica hizo una mención a la Constitución de la República, reivindicándola como un “marco” para los gobiernos, pero “también un programa”, que “nos manda literalmente evitar que las cárceles sean instrumentos de mortificación, o nos dice no reconocer ninguna diferencia de raza, género o color”. A juicio del nuevo presidente, “¡Cuánta deuda tenemos aún con la Constitución! ¡Con qué naturalidad la desobedecemos!” Pero afirmó que “pondremos todo nuestro empeño en cumplir los mandatos constitucionales”.
POLÍTICAS DE ESTADO
Fue reiterativo en su discurso la necesidad de conjugar esfuerzos entre los distintos partidos políticos. Dijo por ejemplo que su idea era de “crear las condiciones para gobernar 30 años con políticas de estado”, asegurando que no sería solo del Frente Amplio sino en “un sistema de partidos” y que en los cambios de presidencia no haya variaciones en “las grandes líneas estratégicas de los grandes asuntos”.
Aquí Mujica definió los principales aspectos de su gobierno, mencionando como “una formal declaración de intenciones” la educación, la infraestructura con la matriz energética, el medio ambiente y la seguridad ciudadana.
Sobre cómo llegar a esos acuerdos, puso el ejemplo que unos llevan los tornillos y otros las tuercas y que uno “está incompleto sin la otra parte. En ese tono se va a desarrollar el próximo gobierno del Frente Amplio, asistiendo incansablemente a las mesas de negociación con vocación de acuerdo”.
Habló de dialogar en un marco real, no solo con los políticos sino con las fuerzas sociales y –en lo que puede verse como un mensaje por altura-- rechazó el conflicto a favor de la “concertación y convergencia”. También hizo una autocrítica, al decir que “hace rato que todos aprendimos que las batallas por el todo o nada son el mejor camino para que nada cambie y para que todo se estanque”.
Esos esfuerzos de concertación estarán dirigidos, según afirmó, a transformar la realidad; terminar con la indigencia; que la gente tenga trabajo; seguridad para la vida cotidiana y salud y previsión social. “Nada de esto se consigue a los gritos”, afirmó el presidente.
TRADICIÓN DE RESPETO
Reconoció que estas posibilidades de concertación no “comienzan con nosotros. El país tiene hermosas tradiciones de respeto recíproco que vienen de muy atrás” y se mostró esperanzado en que ahora pueda haber “cambios cualitativos” y que “podemos pasar de la tolerancia a la colaboración”.
Hizo una lectura de las opciones que tienen ahora los ciudadanos a la hora de votar una propuesta política y que “no le extienden cheques en blanco a ningún partido y que los votos hay que ganárselos una y otra vez en buena ley”. En base a esto, ya no hay votantes incondicionales de un partido, sino que los ciudadanos “evalúan y auditan las gestiones”.
GOBERNAR NO ES TAN FáCIL
También como una autocrítica fue su relación en cuanto a que ahora en el Frente Amplio “descubrimos que gobernar era bastante más difícil de lo que pensábamos” y que “la burocracia tiene vida propia”. Ambos eran banderas de la izquierda cuando estaba en la oposición y criticaba actos de gobierno.
Y fue más lejos aún, reconociendo que “no toda nuestra gente era inmune a la corrupción”, definiendo los cinco años del gobierno de Tabaré Vázquez como “de intenso aprendizaje”.
No obstante, dijo que si bien cada partido político deberá tener una nueva relación con los demás, deberán tener “más sinceridad y valentía”. La sinceridad referida al discurso político sin tantos intereses, y la valentía referida a explicar a los partidarios los límites que tienen las utopías. Esto entendido en el marco de la definición de políticas de Estado, que eso determinará “rebajar nuestras respectivas posturas y promediarlas con las otras”, lo que implicará “líos obligatorios con nuestras bases políticas”.
LOS CUATRO PUNTOS
Para el presidente Mujica, aunque “sin pretensiones de verdad absoluta”, hay cuatro puntos en los que trabajará fundamentalmente durante su gobierno, aspectos que también fueron confirmados a EL TELEGRAFO por algunos de los ministros que integrarán su gabinete. Los ya mencionados temas de educación, energía, medio ambiente y seguridad, fueron ampliados por Mujica en su discurso.
Por ejemplo, sobre educación dijo que “porque allí se anticipa el rostro de la sociedad que vendrá”, vinculando la educación con “las potencialidades productivas de un país”.
También, de alguna manera “abriendo el paraguas” ante los posibles futuros reclamos sectoriales, Mujica preguntó “¿a qué cosas vamos a renunciar para darle recursos a la educación? ¿Qué proyectos vamos a postergar, qué retribuciones vamos a negar, qué obras dejarán de hacerse? ¿Con cuántos “no” habrá que pagar el gran “sí” a la educación?”
Respecto a la infraestructura de energía, la cual también propone tratar como política de Estado por todos los partidos, dijo que aún todo está sin definiciones claras, en cuanto puede cambiar el desarrollo tecnológico de la energía solar o eólica. Y también considerar si la agricultura será utilizada para alimentos o para biocombustibles, y cuánto se está dispuesto a pagar apoyando estas energías que no son rentables.
MEDIO AMBIENTE
Este es otro de los aspectos que destacó Mujica en su discurso sobre políticas de Estado, desde que nuestro “hábitat está cada vez más amenazado”. Si bien reconoció que en el país desde hace años se piensa, legisla y opera sobre el tema, podrá haber encontronazos entre, por ejemplo, una mayor producción agrícola y las “amenazas” por el uso intensivo de agroquímicos, considerando también la modificación genética de las especies vegetales.
Anunció una “guerra conceptual”, entre “los partidarios de la producción a rajatabla, y los preservacionistas a toda costa”, donde “el Estado deberá arbitrar y tomar las mejores decisiones”, las que deberán tener un “ancho respaldo político”.
SEGURIDAD CIUDADANA
La seguridad pública es un tema para abordar “de inmediato” como política de Estado, dijo el mandatario, reconociendo que no es un tema de “delincuencia tradicional”, sino que ha tenido “transformaciones cualitativas”. Entre estas, citó “drogas como la pasta base de muy bajo costo, que no solo destruyen al adicto sino que lo inducen a la violencia”.
Y, en una afirmación pocas veces escuchada, dijo que “tenemos mafias enriquecidas, con amplia capacidad de generar corrupción en la Policía”, con operadores que “usan el país para el tránsito, la distribución y el lavado de dinero”. Sin embargo, aseguró que “aún somos una sociedad tranquila y relativamente segura”, pero que no se debe “subestimar la amenaza. Desde el sistema político tenemos que responder sin demora y a fondo”, afirmó.
MáS DE LO MISMO
Así definió Mujica su gobierno, como continuidad del desarrollado por Tabaré Vázquez. En una nueva señal de calma a los capitales de inversión, dijo que “vamos a darle al país cinco años más de manejo profesional de la economía, para que la gente pueda trabajar tranquila e invertir tranquila”. Afirmó que serán “serios” en la administración del gasto y el manejo de la macroeconomía, y “más que serios, perros, en la vigilancia del sistema financiero”. Dijo que “vamos a tener un estado activo” para estimular lo que define como “el país agro inteligente”. Tuvo palabras de reconocimiento al esfuerzo del sector agropecuario, que “está viviendo una revolución tecnológica y empresarial, creciendo muy por encima del resto del país”.
Sin embargo, destaca como problemas “la sustentabilidad del suelo, la incorporación masiva del riego como factor de producción y sobre todo de mitigación ante las frecuentes sequías”.
Al respecto, abundó en cuanto “los proyectos de fuentes de agua que involucran predios de diferente propiedad marcan una época y es un deber darles el máximo apoyo. Las políticas de reserva y de seguros son exigencias de la adaptación al cambio climático. La investigación, la recreación genética, la alta especialización en las ramas biológicas que nutren el trabajo agrícola de toda esta región, definible como último reservorio alimentario de la humanidad, son para nosotros el capítulo central” de este tema, agregándole a la producción “trabajo inteligente” y lograr un producto competitivo y exportable. Como ejemplo de esta posibilidad, citó a “otros países pequeños, como Nueva Zelanda o Dinamarca”.
LA ECUACIóN PAÍS
Para Mujica, el ejemplo de lo que debería hacer Uruguay fue representado en una ecuación cuya fórmula es “agro más inteligencia más turismo más logística regional. Y punto. Esta es nuestra gran ilusión”, señalando que a su juicio es “la única gran ilusión disponible para el país”.
Se mostró reacio a “repetir errores del pasado”, citando lo que ocurrió entre los años 1950 y 1970, cuando la sociedad desperdició enormes recursos, en la quimera de industrias imposibles de “producirlo todo fronteras adentro. Nos fue mal, muy mal”, dijo.
También dijo que su gobierno buscará “una mayor equidad social”, con políticas que mantendrán los programas llevados a cabo en los últimos cinco años, hasta que “el último de los habitantes del país tenga sus necesidades básicas satisfechas”.
También habló de terminar la pobreza en un país con dos fenómenos: “unos recogen los frutos de un crecimiento acelerado, y otros -por retraso cultural y marginación- apenas los contemplan. No es justo, pero además es peligroso”, afirmó Mujica, señalando que espera que Uruguay sea “un país bueno para vivir”.
SIN MUROS NI ALAMBRES
Resumiendo los cuatro puntos, dijo que el país no será bueno para vivir “si la prosperidad y el bienestar de una familia se tiene que disfrutar con muros o alambres de púa”, lo que puede solucionarse con educación, y el papel de la escuela y sus maestros, “son el ariete principal que hemos de usar para integrar a aquellos a los que las penurias dejaron al costado”. Reiteró lo dicho en su campaña en cuanto a que habrá una “masificación de las escuelas de tiempo completo, seguido por el fortalecimiento de la Universidad del Trabajo y el sostén de esa maravilla que es el Plan Ceibal. Ahora vamos por una computadora por adolescente y por profesor. Y por conexión a Internet en todos los hogares”. También el problema de la vivienda estuvo presente en el discurso y dijo que “la vivienda es el remedio urgente para la pobreza de hoy”, anunciando “iniciativas solidarias” para solucionar ese problema, recalcando que usará recursos del presupuesto nacional y también otros por fuera de él.
“Apelaremos al esfuerzo social. Vamos a demostrar que la sociedad tiene otras reservas de solidaridad que no están en el Estado”, dijo asegurando que “van a aparecer materiales, dinero, cabezas profesionales y brazos generosos”.
Aquí mencionó “nuestros pobres de uniforme”, especificando que “las Fuerzas Armadas, llenas de pobres, van a ser parte del Plan de Emergencia Habitacional”, y prometió mejorar los sueldos. “El pasado no es excusa para que hoy no nos demos cuenta que una patria de todos incluye a estos soldados”, dijo recordando su propio pasado siendo prisionero de los militares, y reconoció además a los soldados que están sirviendo en Haití.
AUTOESTIMA E INCONFORMISMO
Dijo que como uno de los resultados de las políticas aplicadas, “están los números económicos y sociales”, pero dijo que hay otro cambio menos visible y es “el cambio en la autoestima, de cómo nos percibimos a nosotros mismos y a los horizontes posibles”.
Dijo que “nuestros modestos éxitos nos han hecho más ambiciosos y más inconformistas”, y los uruguayos cuestionan viejas certezas, infiriendo él mismo que “bienvenido el profundo cuestionamiento del Estado uruguayo”.
Recordó que Uruguay “se mantuvo al margen de los vientos privatizadores de los años 90” y los rechazó, pero aclaró que “el respaldo de los ciudadanos fue a un modo de propiedad social, no a un modo de gestión de la cosa pública y, menos, a sus resultados”.
Por esto, entiende que no se discutió francamente sobre el Estado, “sobre los recursos que consume y sobre la calidad de los servicios que presta”.
Al respecto, ya anunció “una revisación profunda” para “rediseñar el Estado”, porque “todos sabemos que puede ser más eficiente y más barato”. Aclaró además que “esta reforma no va ser en contra de los funcionarios sino con los funcionarios”, advirtiéndoles a los empleados públicos que “tampoco vale hacerse el distraído: el 90 % de la eficacia del Estado se juega en el desempeño de los funcionarios públicos”.
EMPLEADOS PúBLICOS
Y PRIVADOS
Fue más allá en sus comentarios sobre los funcionarios públicos, afirmando que “la sociedad uruguaya ha sido benévola con algunos de sus servidores públicos y casi cruel con otros. Ha permitido que funciones sencillas, que no requieren esfuerzo ni preparación, se paguen en algunas oficinas 10 veces más de lo que recibe quien realiza un trabajo imprescindible y duro, como un policía o un maestro rural”. Dijo que cuando esto pasa durante décadas, “parecen ser manifestaciones de una sociedad que se va volviendo cínica”.
También reconoció –aunque seguramente tenga respuesta del funcionariado público- que “la sociedad uruguaya ha protegido a sus servidores públicos mucho más que a sus trabajadores privados. Recordemos que en la crisis del año 2002 y 2003, casi 200 mil personas perdieron su trabajo y ninguna fue un funcionario público. Se estima que otras 200 mil sufrieron rebajas en sus salarios, y todos fueron trabajadores privados”.
Hecha esta argumentación, repitió el concepto de Tabaré Vázquez sobre el Estado en cuanto “esta es la madre de todas las reformas. No deberíamos permitir que esa madre nos siga esperando”.
EL MERCOSUR
Sobre América Latina, afirmó que “somos una familia balcanizada, que quiere juntarse, pero no puede, por lo menos hasta ahora”. No obstante, cree que “aún están vivos los sentimientos desde el Río Bravo a las Malvinas (tomando de paso una reivindicación argentina) vive una sola nación, la nación latinoamericana”.
Y allí mencionó al Mercosur como “un dormitorio que compartimos”, quejándose por esta organización: “¡cuánto amor y cuánto enojo nos suscita!” aunque, con un dejo de ironía afirmó que “hoy estamos en público y no es el momento de hablar de los temas de alcoba”.
Sin embargo, dijo que “para nosotros, el Mercosur es hasta que la muerte nos separe y que esperamos una actitud recíproca de nuestros socios mayores”. En este momento hubo que ver la expresión del presidente brasileño Inacio “Lula” da Silva, algo molesto por la alusión.
CAMINOS ABIERTOS Y
VISITAS CASI INESPERADAS
Dirigiéndose indirectamente a Argentina, Mujica dijo luego que “deseamos que el Bicentenario (de 1811) nos encuentre con un Río de la Plata más angosto, despejados todos los caminos que nos unen”.
Saludó luego la presencia de los delegados extranjeros, particularizando en “aquellos que han venido desde muy lejos, casi inesperadamente”, refiriéndose entre otros a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien se reunió con Vázquez y Mujica por separado. Terminó su discurso “al borde de la exageración”, señalando que “este gobierno que empieza no lo ganamos, sino que lo heredamos”, refiriéndose a la gestión de Tabaré Vázquez, y con la frase “Patria para todos y con todos”.


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