Locales | 02 Mar (Por Eduardo Lima) El presidente Tabaré Vázquez cumplió con su último acto como presidente de la República, al participar en la ceremonia de arriado de las banderas que están en plaza Independencia, y recibiendo el pabellón nacional que fue izado durante estos cinco años de mandato.
Vázquez, acompañado de muchos adeptos que ocuparon parte de la plaza y los alrededores de la Torre Ejecutiva de Casa de Gobierno, agradeció al pueblo uruguayo que respondió a su pedido inicial en cuanto “nunca me dejaron solo” en el ejercicio de gobierno.
Con casi una hora de atraso respecto al programa oficial, acompañado por su señora, hijos y nietos, autoridades de su gobierno y la no anunciada presencia del entonces futuro presidente José Mujica, y el vicepresidente Danilo Astori, autorizó la ceremonia de arriado de la bandera. Luego, uno de los blandengues de Artigas le entregó la bandera uruguaya.
Culminado el protocolo, Vázquez improvisó un discurso en el cual se refirió a su gestión, a quienes lo acompañaron y la etapa por venir. Comenzó recordando la frase de José Artigas en cuanto “mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
MOMENTO MÁGICO
Así definió Vázquez a su última oportunidad de manifestarse públicamente como presidente de la República, señalando que “en la vida de las personas hay circunstancias y situaciones que golpean fuertemente en el pensamiento y corazón; y son esos momentos que quedan grabados, los que son especialmente mágicos y particulares”, y definió este como mágico porque deja el cargo con tranquilidad de conciencia por lo hecho y por “las muestras de afecto, cariño y respaldo de todo el pueblo uruguayo”. Recordó que cuando asumió en 2005 pidió que no lo dejaran solo, y “nunca nos dejaron solos. Gracias, pueblo uruguayo”, dirigiéndose a quienes estaban en la plaza.
Luego dijo a esa misma audiencia que “ustedes, uruguayas y uruguayos, en este proceso político histórico, han generado cosas nuevas. Y como dice el Eclesiastes, uno de esos libros de la sabiduría: hay en la vida un tiempo para todo. Y para mí, este tiempo, este momento, es un tiempo de reconocimiento, de agradecimiento”.
Tuvo particulares palabras en este sentido para su familia que lo “acompañó y respaldó permanentemente a lo largo del período”, ampliando el saludo a “los amigos y compañeros en todo el territorio nacional”.
Sin embargo, quiso representar en alguien –y así lo pidió- ese agradecimiento genérico, y se refirió a quienes lo acompañaron en la gestión del Poder Ejecutivo, “ministros, subsecretarios, directores, director de la OPP, subdirector de OPP, presidente de Comisiones, presidentes y directivos de entes autónomos y servicios descentralizados. A todos ellos, mi reconocimiento, porque sin ellos y tantos otros, no hubiera sido posible cambiar al Uruguay en estos tiempos de cambios”.
DESPEDIDA GENERAL
Como hizo en la reunión con los intendentes en la residencia de Suárez la semana pasada, Vázquez reconoció la labor de todos los intendentes del país “del Partido Nacional, del Partido Colorado, del Frente Amplio, que junto con ellos pudimos lograr que los uruguayos de todo el territorio nacional vivieran mejor”, así como también de los legisladores de todos los partidos políticos “que aportaron positivamente para que los uruguayos pudieran vivir cada vez mejor. Y hubo legisladores de todas las fuerzas políticas que así actuaron”, afirmó. Realmente emocionado, manifestó que “es muy difícil expresar en palabras, en este momento tan emotivo para mí, todo lo que siento”.
“Las emociones nublan mi pensamiento, empañan mis ojos, y me quitan la palabra. Pero lo único que les puedo decir, uruguayas y uruguayos: gracias, de verdad, de corazón. Muchas gracias”.
En cuanto al nuevo gobierno encabezado por José Mujica –que estaba junto a Lucía Topolansky al lado del estrado presidencial- , dijo que tenía la seguridad que “también responderá como los uruguayos quieren, necesitan y se merecen, un mejor país para todos nosotros”.
Tabaré Vázquez culminó su último discurso presidencial diciendo: “recordando a quienes nos precedieron, y para que no se entienda mal, en nombre de todos los uruguayos, les ruego, les pido, me permitan despedirme, en nombre de todos los uruguayos: hasta la victoria, siempre”.