Nacionales | 03 Mar Más que palabras
El acto de asunción de José Mujica como nuevo presidente de los uruguayos dejó escenas para el recuerdo y la sensación de haber asistido a un acontecimiento paradójico, una broma del destino que hizo reír a unos y por poco llorar a otros. No obstante, se trató de un día de fiesta democrática, donde el “agasajado” se esforzó en mantener la línea conciliadora, fundamental para los intereses del país. Desde la oposición -según “El País”- las palabras de Mujica ante la Asamblea General fueron recibidas con beneplácito, dado que fue interpretado como un esfuerzo por tender puentes y zanjar viejas diferencias. Sin embargo, el discurso en Plaza Independencia no causó muy buena impresión. Uno de los dirigentes opositores que opinaron al respecto fue Luis Alberto Lacalle, quien se manifestó de acuerdo con “el 70 por ciento del discurso de la Asamblea General” por entender que “fue importante”, máxime “por haber sido leído” por Mujica. “El que escribe y lee ha pensado y sopesado sus palabras”, reflexionó Lacalle.
“Es una bienvenida ruptura con los moldes ideológicos de la izquierda, dejando de lado esa ideología conservadora y paralizante de muchos sectores de izquierda para hablar de un país que avanzará en la medida que todas las fuerzas coincidan, hablando de la inversión y de que hay que generar riqueza antes de repartirla. Veremos qué seguimiento tiene en las filas del partido de gobierno”, añadió. Por su parte, el también dirigente nacionalista Jorge Larrañaga prefirió destacar el aspecto positivo de lo vertido por el flamante mandatario, fundamentalmente en el segmento referido a “la búsqueda de políticas de Estado y entendimientos con la oposición”. “Estoy convencido que la lucha por la distribución de la riqueza está siendo superada por la lucha por la distribución de las oportunidades de los uruguayos para educarse, eso es absolutamente prioritario”, comentó.
Notas disonantes
En la Plaza Independencia, bajo un sol que por momentos se tornó insoportable, invitados como Hugo Chávez, Rafael Corrrea, Cristina Fernández y el príncipe Felipe de Borbón, siguieron con atención y hasta con incredulidad alguna de las intervenciones del flamante mandatario. Hubo risas, aplausos y algunas sorpresas, aunque también conceptos que despertaron preocupación en algunos dirigentes. “Fue inútil y gratuita la referencia a la ley de empresas públicas de 1992 por parte de alguien que integró un gobierno que privatizó todo lo que encontró”, opinó nuevamente Luis Alberto Lacalle. También criticó la referencia “antigua y negativa” efectuada por Mujica respecto a “la patria grande y la patria chica”, en tanto dijo que no debió anunciarse continuidad con la política económica aplicada por Danilo Astori, dado que el hoy vicepresidente “dejó 30% más de deuda externa”. Además criticó al ex titular de Economía por referir al triunfo del Frente Amplio “en un acto que es para todos”.
Conformidad y expectativa
Lo vertido en la Asamblea y durante el acto en Plaza Independencia también fue seguido con atención desde el sector sindical, cuyos principales dirigentes se manifestaron conformes con el tratamiento de conceptos como reforma del Estado y distribución de la riqueza. En diálogo con “El País”, el coordinador del Pit-Cnt Fernando Pereira expresó afinidad con el “eje central” del discurso de Mujica, pero también evidenció su expectativa por conocer la metodología que se utilizará para plasmar la totalidad de los proyectos. “Nosotros creemos que quedaron temas pendientes”, comentó el dirigente, quien comprometió el apoyo del movimiento sindical a toda política que promueva el crecimiento del país. “Hay que ver cuál es la propuesta concreta de reforma del Estado, ese proceso recién se inicia (...), y nos gustaría conocer un poco más para saber si estamos de acuerdo con la reforma que plantea el gobierno o si nosotros planteamos una reforma diferente”, reflexionó.
Los años traen moderación
A diferencia de otros dirigentes opositores, un moderado ex mandatario Jorge Batlle analizó con indulgencia las primeras declaraciones de José Mujica como presidente de los uruguayos. Dispuesto a no repetir viejos exabruptos, el veterano dirigente se dijo “muy conforme” con lo vertido en la Asamblea General y opinó que hubo reafirmación “de los valores democráticos”. “El discurso del presidente fue excelente, tanto en su forma como en su contenido y la forma es importante porque la forma es la de un lenguaje hermoso como el español. El presidente lo manejó con metáforas y lo manejó muy bien y que le permitió darle al discurso un contenido muy claro y muy determinado”, opinó Batlle, quien no acudió al acto en Plaza Independencia. “Para mí el acto significativamente importante, el que tiene la trascendencia que debe de tener, es el del Palacio Legislativo al que concurrí, por supuesto, porque es el momento en que el presidente electo jura y por tanto se transforma en presidente en ejercicio”, explicó.