Anunció “sorpresas muy fuertes”

Locales | 07 Mar Después de más de 20 años de intentarlo, Carlos Blanco Fadol está contento: al fin podrá concretar su idea de crear un museo en su ciudad natal. Será mucho más pequeño que los dos que posee en España pero el único en su tipo en América y, según el etnomusicólogo sanducero, un polo de atracción cultural para la región.
En una primera etapa el Museo de Blanco Fadol albergará en Paysandú unos doscientos instrumentos étnicos que forman parte de la colección de más de 4.000 que poseeen sus dos museos de España, donde pronto abrirá un tercero.
“El Museo de Paysandú contará con todos los instrumentos que me ha donado en vida el maestro Aníbal Sampayo, que son espectaculares. La tarea de elegir los instrumentos para traer es realmente complicada, porque hay que elegir entre 4.000 piezas y además deben adaptarse a la filosofía de lo que quiero traer a Paysandú. De todas formas ya he escogido unos 200”, dijo. Además de instrumentos, el museo ilustrará la teoría de Blanco Fadol sobre el origen de la música y su evolución. Orquestas completas de música china, árabe y hasta un gamelán de Indonesia.
SORPRESAS MUY FUERTES
“Me fui de Uruguay cuando tenía 20 años, con una guitarra y 10 dólares. Jamás he hecho nada ilegal y de la nada he hecho mucho y hoy soy reconocido en todo el mundo en mi área de actividad. Creo que he tenido mucha suerte. El trabajo, la lucha y el tesón en lo que uno hace y quiere es importante pero también está el factor de la suerte. Y, en ese sentido, el Museo de la Música de Paysandú seguramente se venga con sorpresas muy fuertes”, vaticinó.
Al respecto, no quiso abundar en detalles pero dejó entrever la posibilidad de contar con el mecenazgo de alguna importante institución internacional.
Integración con argentina
Está convencido que la apertura en Paysandú de un Museo de la Música “cambiará completamente el entorno cultural de Paysandú y la orilla entrerriana”.
Durante su reciente visita a Paysandú, Blanco Fadol también “cruzó el charco” para entrevistarse con el intendente de Colón, Hugo Marsó, para presentar la propuesta para que ésta también pueda ser un vehículo de integración. “La música puede ser un elemento de unión y tanto los hermanos argentinos como Paysandú tienen la misma base histórica y cultural. En el museo encontrarán una amplia gama didáctica para escolares, liceales y público en general. No me cabe duda que será muy visitado”, sostuvo.
“Dentro de mi ignorancia del protocolo y los requisitos fronterizos, digo que me gustaría que los autobuses argentinos puedan pasar rápidamente hacia Paysandú para que los niños que vengan no estén esperando en el puente”.
BOTNIA, EL CORTE
Y LA MúSICA
Opina que “la música nace en el límite mismo del fracaso de la palabra” y por eso se propone hacer una actividad integradora en el puente internacional General San Martín, bloqueado en su ruta de acceso por los ambientalistas de Gualeguaychú desde hace tres años en protesta por la instalación de Botnia.
“Quiero ir al centro del puente y traer a cien escolares argentinos y otros cien uruguayos para darle instrumentos que pueden hacer música sin que se sepa de música y los voy a hacer tocar el Himmo a la Alegría. Hay que destrabar ese nudo de alguna manera y humildemente creo que, si me dan la oportunidad, la música puede aportar a ello”, añadió.
MúSICA ÉTNICA
PARA EL CINE MUDO
Uno de los últimos proyectos en los que se ha embarcado Carlos Blanco Fadol es “El celuloide de Jardiel”, una propuesta que pone música en vivo con instrumentos étnicos a viejas películas del cine mudo.
“Jardiel Poncel, un famoso escritor español de los años ‘30 le puso voz a películas del cine mudo filmadas entre 1895 a 1910. Un equipo de investigación recuperó algunas de esas películas y ahora en un solo acto estamos uniendo el cine, el teatro y la música. Las películas, que tienen escenas cómicas y tragicómicas, son proyectadas mientras un actor vestido a tono de época pone su voz y del otro lado estoy yo con 20 instrumentos musicales y voy componiendo la banda sonora en vivo”, explicó.
El espectáculo está siendo presentado en diversas ciudades de España, con gran éxito. “Llevo instrumentos exóticos, instrumentos que hacen música con el agua... hay grandes posibilidades de hacer música con cosas muy elementales que no se conocen”, agregó. “Me interesa hacer nuevos aportes, cosas diferentes. Esto va en esa línea”.
PROYECTOS
PARA EL 2010
Este año Carlos Blando Fadol abrirá un nuevo museo de música étnica en Guadalajara (España), continúa escribiendo sobre música étnica y tiene en proceso un poemario llamado “Reflexiones a orillas del camino” y otro titulado “Sueños y palabras”. También ha comenzado a escribir otro libro que titulará “La sonrisa oculta de la música” y que incluye anécdotas de sus viajes por el mundo.
También prevé grabar un disco con canciones propias y realizar en el museo de Murcia una exposición que llame la atención sobre el cambio climático y la deforestación del Amazonas, que incluirá el documental de su viaje para devolver a la etnia yagua un instrumento étnico desaparecido en su cultura.
Quedó encantado con el nuevo aeropuerto de Carrasco y decidió proponer que se coloque allí un “elemento que haga música con el agua y que debajo lleve la inscripción de Museo de la Música de Paysandú” para que “sea un llamador para que visiten el museo de mi ciudad”.
Le han ofrecido la titulación universitaria en un examen y la ha rechazado porque no sería “acorde” a su “filosofía”.
“Soy autodidacta, mis aportes a la música han sido diferentes a los tradicionales y seguramente serán incorporados a la academia pero no quiero caer en la rueda de los convencionalismos ni dedicarme a la enseñanza. Quiero mantenerme virgen en ese aspecto porque todavía tengo mucho por recorrer”, añadió.