Opinion | 12 Mar Encarar una empresa conlleva múltiples esfuerzos para quien tenga la idea y la determinación de llevarla a cabo. Sin embargo las ganas y el compromiso del potencial emprendedor no son los únicos condimentos necesarios si se quiere lograr el éxito.
En ese sentido resulta de interés el reciente lanzamiento de un programa de apoyo a nuevos emprendedores y empresas realizado en Paysandú Innova por la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas (Dinapyme).
Se trata de un programa de Creación, Asistencia Técnica y Redes para la Profesionalización Empresarial (Carpe) que supone formación en áreas: una de emprendedores, otra para la consolidación de empresas existentes y la tercera de redes empresariales.
El programa de apoyo e impulso a nuevos emprendedores comprende aquellos que tengan una idea y la quieran transformar en una empresa. Lógicamente no todas las ideas son viables y por ello es fundamental el acompañamiento profesional que permita otorgar el máximo de garantías de viabilidad y evite esfuerzos que antes de comenzar están condenados al fracaso.
El camino será más fácil de transitar y la permanencia de la empresa en el tiempo facilitará su consolidación en la medida en que la formación del emprendedor le permita sortear obstáculos que con un mínimo de información calificada.
Dependerá de que quienes tienen una idea y la voluntad de llevarla a cabo acudan a los espacios correspondientes y “se dejen ayudar”, porque en la misma medida lograrán focalizar los esfuerzos y lograrán un mayor beneficio en el mediano plazo.