Paysandú, Lunes 15 de Marzo de 2010
Locales | 13 Mar El ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, adelantó que su gestión no se caracterizará por la creación de nuevas leyes sobre el sistema de salud porque éstas ya han sido aprobadas, sino por la profundización de la puesta en funcionamiento del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).
En este sentido dijo a EL TELEGRAFO que el trabajo del ministerio tomará cuatro líneas fundamentales además de la ampliación de la cobertura del SNIS prevista con diferentes plazos para distintos sectores de la sociedad. Estas líneas estratégicas para la acción refieren a la atención de la salud mental, la salud de la mujer, la creación de un programa de acceso a la salud para el medio rural y el fortalecimiento de la atención de la salud de los adolescentes.
Segunda etapa
de la reforma
Dijo Olesker que en los últimos cinco años los cambios han sido muchos y muy profundos. “Hay que recordar que antes el sistema de salud se regía por dos grandes leyes que habían sido aprobadas durante regímenes dictatoriales --la Ley Orgánica de Salud Pública aprobada durante la dictadura de Terra y Ley 15.181 aprobada durante la dictadura militar pasada ---, lo que en alguna medida da cuenta que no era fácil aprobar leyes sobre el sistema de salud en democracia. Desde 1985 al 2005 no se aprobaron, aunque hubo proyectos de ley que ingresaron al Parlamento”, dijo. Consideró que “ha habido un cambio cualitativo en la construcción del Sistema Nacional Integrado de Salud y hubo madurez política partidaria y de los actores sociales. Las leyes se aprobaron y no cayó nada; el sistema siguió funcionando y la sociedad aceptó en el juego democrático cuatro leyes grandes que modificaron el sistema de salud durante la administración del doctor Tabaré Vázquez”.
“En este segundo período del Frente Amplio trabajaremos mucho más en decretos reglamentarios, normas ministeriales y resoluciones. En 2005 recogimos un sistema destruido que había que reconstruirlo y crear institucionalidad: el Sistema Nacional Integrado de Salud y el Seguro Nacional de Salud. Ahora encaramos una segunda etapa de la reforma para que el 100% de los miembros del sistema estén incluidos en él a través del Seguro Nacional de Salud”, dijo.
“Respecto a eso tenemos una obligación legal y otra que es un compromiso político asumido en la campaña electoral. La primera refiere a los profesionales que trabajan fuera de la relación de dependencia y deben ingresar al Seguro el 1º de enero de 2011, junto con los seguros convencionales y los cónyuges”, precisó.
Respecto a los cónyuges dijo que comenzarán a ingresar al seguro el 31 de diciembre de 2010 hasta 31 de diciembre de 2013, siguiendo un criterio de mayor necesidad económica e ingresando primero aquellas familias con mayor número de hijos.
Agregó que el compromiso político refiere al ingreso al Seguro de los jubilados que están por encima de 2,6 BPC, que hoy no están incluidos.
OBJETIVOS DE GESTIóN
La profundización de los cambios en el modelo de atención seguirán cuatro prioridades que se manejarán como metas prestacionales y refieren a la salud mental, la salud de la mujer, la creación de un programa de acceso a la salud para el medio rural y el fortalecimiento de la atención de la salud de los adolescentes.
“Hasta ahora no había condiciones económicas ni de desarrollo sanitario para avanzar en esto, pero queremos que sea una prioridad y la salud mental salga de la salud individual y pase al sistema colectivo. Es decir, que quien tenga necesidad de atender su salud mental pueda hacerlo en una mutualista y que la terapia sea parte de la prestación de éstas”, amplió.
En cuanto a la salud adolescente, indicó que “es una definición del gobierno nacional, que a través del gabinete social creará un programa de acción para fortalecer este tramo etario”.
Agregó que también hay un compromiso muy fuerte en la mejora de la atención de salud de la mujer y que se creará un programa de acceso a la salud rural que utilizará la infraestructura de las Mesas de Desarrollo Rural del MGAP y las escuelas rurales de la ANEP, con participación de la Sociedad Rural de Medicina.
“Actualmente existe una diferencia entre el acceso real y formal a la atención de la salud en el medio rural. Un trabajador rural que vive en un lugar alejado seguramente sea integrante del Fonasa pero puede ocurrir que deba caminar o ir a caballo muchos kilómetros hasta una policlínica y cuando llega se encuentra con que el profesional de la salud ese día no fue”, explicó. “Creemos que el programa de acceso a la salud rural será de bajo costo y alto impacto”, sostuvo.
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