Quejas por la obra

Locales | 18 Mar La obra en construcción de la Zanja de Arana generó problemas a varios vecinos, que citaron ayer a la Comisión de Obras de la Junta Departamental y a la prensa para dar a conocer su situación. “Antes cuando llovía mucho el agua nos llegaba a los tobillos, ahora llega hasta acá”, dijo gráficamente Eduardo Gomez señalándose el pecho. Es que previo a las obras que se hicieron en esa zona de Colón casi Felipe Argentó, el agua corría por las cunetas y por un caño -según los vecinos- de 800 milímetros. Luego se canalizó, baja por Argentó y se suma al caño grueso y vira hacia la canalización hecha, esa sí de gran tamaño.
Pero según argumentan, los caños intermedios son demasiado chicos, de 500 milímetros de diámetro, y eso determina que colapsen y el agua salga por las tapas de alcantarilla y las bocas de tormenta. “Es como un embudo al revés”, dijo Gómez, quien señaló conocer del tema porque “trabajo en agua”. Otro de los vecinos dijo que hay problema también en Yucutujá y 25 de mayo, donde “había dos bocas de tormenta y cerraron una, y la otra no da abasto”.
CAUCE obstruido
Mientras tanto, en la desembocadura de la Zanja y avenida Soriano, también hay un represamiento, pero aparentemente, según se pudo observar por los vecinos, los integrantes de la Comisión de Obras y la prensa, estaría causado por la cantidad de arbustos y plantas silvestres que crecieron en el lugar, y también el desmoronamiento de parte del terreno. Además, en este lugar, hay dos bocas de entrada al Norte, pero solo una va al entubamiento, la otra sigue descargando el agua a un terreno del lado Sur de Soriano, y causa el anegamiento de una casa cercana.
Para William Castillo el problema ha sido otro, y es que según afirma, esgrimiendo la página de EL TELEGRAFO del lunes 1º de agosto de 2005, la obra en la zanja entre Soriano y San Martín no fue realizada según lo previsto, que incluía encauzar el agua con un canal abierto que pasaría por los terrenos de los mismos vecinos, siguiendo el cauce natural. El vecino, que vive cerca de Felippone y Canelones, dijo que luego de las últimas lluvias “frente al complejo IC 20 desbordó medio metro”.
En la Junta Departamental el tema fue analizado y pasó a la Comisión correspondiente, que tiene dos mociones a estudios sobre esta situación.