Policiales | 13 Mar El delincuente apodado el “Queguay” --conocido también como el “Pochino”-- fue procesado por la Justicia luego de comprobarse su responsabilidad en cuatro delitos de hurto cometidos en jurisdicción de las seccionales Sexta de Quebracho, Quinta, Primera y por hechos que aclaró la Dirección de Investigaciones.
El trabajo conjunto de la Policía permitió que el malviviente fuera detenido luego de una serie de allanamientos realizados en el barrio Río Uruguay.
Hurtos por doquier
De acuerdo a información extraoficial recabada por EL TELEGRAFO, el delincuente de 21 años venía siendo buscado por la Policía desde principios de diciembre pasado cuando se dio a la fuga desde la Seccional Sexta, con asiento en Quebracho. En aquella oportunidad, Edgard Fernando Silvera Marin, alias el “Queguay”, había sido detenido como autor de un hurto perpetrado en el centro MEC de Lorenzo Geyres, desde donde se llevó un reproductor de DVD, un radiograbador para CD y una suma de dinero cercana a los 180 pesos. Esa vez el malhechor había sido detenido por la Policía y recuperado los elementos, pero ante un descuido de personal del Destacamento huyó, siendo imposible su localización.
En tanto, a mediados de diciembre un hombre denunció en la Seccional Quinta que desde el interior de su vivienda en la zona Norte de la ciudad le habían robado un maletín negro conteniendo una computadora portátil marca Dell, tres discos rígidos, una cámara filmadora Sony, una cámara de fotos digital y un celular Nokia modelo 1208, valuando su propietario lo hurtado en 2.000 dólares, además de 1.000 pesos en moneda chilena. En tanto, el pasado domingo un hombre había denunciado ante la Seccional Primera que en ocasión en que había dejado su moto, una Baccio PX 110 cc., en el frente de su casa en las inmediaciones de Bulevar Artigas y Purificación, se percató que un individuo se llevaba de tiro su moto rumbo al barrio Río Uruguay.
El dueño corrió tras el delincuente, con quien forcejeó consiguiendo recuperar la moto.
Al otro día, una mujer denunció ante la Seccional Tercera que cuando se encontraba en el fondo de su casa escuchando música, y habiendo dejado la puerta principal cerrada pero sin tranca, vio que un extraño ingresó y le hurtó la cartera que estaba sobre una mesa, la cual contenía documentos varios, casi 600 pesos y la llave de la moto Winner Fair 110 cc., la cual estaba estacionada al frente de la casa. Agregó que cuando el delincuente se retiró, lo hizo a bordo de la moto de la damnificada, en tanto pesan sobre él dos denuncias más de robos de motos en jurisdicción de la Seccional Primera.
La captura
Personal de la Dirección de Investigaciones, con colaboración de la Seccional Primera y de Radio Patrulla, efectuó al menos seis allanamientos en casas del barrio Río Uruguay donde se tenía la certeza de que Silvera Marin frecuentaba, puesto que se manejaba que estaría viviendo en concubinato con la hermana del conocido menor infractor el “Betito”, quienes residen en dicho barrio. Practicados los allanamientos fue posible ubicar al malviviente en la casa del “Betito”, junto a quienes se encontraban tres mujeres y un joven.
Conducido a la dependencia policial el delincuente habría admitido la autoría de los hurtos mencionados, agregando que las motos que hurtó las utilizaba durante el fin de semana para visitar a un hermano en la localidad de Lorenzo Geyres, y luego las vendía o las desarmaba para comercializarlas por partes. Sobre el robo del maletín conteniendo los equipos de electrónica, dijo que cuando hurtó extrajo la computadora portátil y los tres discos rígidos, pero que no se dio cuenta de que había una cámara filmadora, una fotográfica y un celular, por lo que arrojó el sobre con esos elementos a un arroyo cercano a la casa asaltada. Ante este nuevo dato los investigadores trabajaron en pos de la recuperación pero solo lograron hallar un manual de uso, por lo que se manejó la posibilidad de que ante las intensas lluvias registradas en enero y febrero los elementos hayan sido arrastrados por la corriente.
Enterada, la justicia dispuso el procesamiento con prisión de Edgard Fernando Silvera Marin por haber incurrido en reiterados delitos de hurto, cuatro de ellos especialmente agravados y uno en grado de tentativa en calidad de autor.