Opinion | 16 Mar Comienza hoy en Paysandú un censo para conocer la situación real de las familias que fueron afectadas por las inundaciones. En él trabajarán voluntarios de la Udelar, Mides y personal de la Intendencia. Se trata de una actividad organizada desde la Universidad y el Sistema Nacional de Emergencias a efectos de recoger datos objetivos para conocer a fondo la realidad actual, tomar previsiones y planificar ante este tipo de situaciones.
La novedad conlleva una serie de aspectos positivos y alentadores. En primer lugar, es de destacar el potencial de la interinstitucionalidad como una manera de trabajo válida a la hora de complementación de capacidades para operar sobre el territorio. Por otra parte, la tarea será llevada adelante por voluntarios, que son quienes tendrán a su cargo las entrevistas con las familias afectadas y los responsables de llenar los formularios correspondientes al censo. Muchos son estudiantes universitarios pero también hay gente de toda edad dispuesta a colaborar otra vez con temas referidos a las inundaciones, gente que en forma anónima dispone de su tiempo y esfuerzo para realizar una tarea que es de fundamental importancia para tener datos certeros que puedan ser tomados en cuenta a la hora de adoptar decisiones.
Por último, este tipo de instancias demuestra que existe voluntad desde los organismos públicos e instituciones con competencias en el tema, en cuanto a considerar la experiencia previa en la atención de la emergencia, sus aciertos y errores, para mejorar la capacidad de respuesta.
Esto es muy importante, especialmente teniendo en cuenta la probabilidad de nuevos fenómenos de crecida por la situación del fenómeno El Niño, anunciados para mediados de este año.
En conclusión, el censo que comienza hoy en Paysandú --y sus similares llevados a cabo en Artigas, Salto y Durazno-- es una medida acertada y necesaria. Más de una vez se dice que hay que planificar y todos estamos de acuerdo con eso, pero no siempre los organismos se toman el trabajo o tienen la capacidad de hacerlo. Planificar exige tiempo y algo de dinero, pero es sumamente necesario en escenarios como el actual. Es de esperar entonces que lo que surja de esta instancia luego sea tomado en cuenta.