Escribe el Dr. Rodolfo Canabal

Locales | 16 Mar En circunstancias en que se ha señalado, amplia y acertadamente, que se requiere promover un sensible incremento del número de estudiantes de los cursos secundarios, es paralelamente indispensable promover que la matrícula de los estudiantes universitarios se incremente de manera considerable. Por tanto se entiende pertinente reiterar conceptos emitidos en anteriores comentarios, entre ellos en columna del 27 de enero de 2009.
Tal necesidad obedece a que es paralelamente indispensable incrementar la capacitación de muy alto número de compatriotas; para ello, además, obviamente, de la graduación en las especializaciones elegidas, tiene importancia muy grande, aunque no se haya alcanzado la graduación, la realización de estudios de nivel universitario, pues facilita luego alcanzar mejores condiciones de desarrollo intelectual, o sea estar mejor calificado para el mejor, u óptimo, desempeño de muy diversas actividades y tareas.
En esta columna el tema ha sido muchas veces abordado en razón de las conclusiones hechas en el “Seminario Universidad y Mercosur”, realizado en Montevideo en 1992 por la Organización Universitaria Interamericana, en cuanto se alude en ellas al informe sobre desarrollo humano del “Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo” (PNUD) de 1991, que indicó que había cambiado el tipo de brecha entre el núcleo de países altamente industrializados y los latinoamericanos; ello se reflejaba en que los estudiantes en educación científica superior eran entonces, en aquellos países, seis veces más numerosos, en que tenían nueve veces más cuadros técnicos y científicos, y en que concentraban el 96 % de los gastos en investigación y desarrollo a nivel mundial, algo que ha potenciado tal brecha y que, a estar a lo que se tiene entendido, no ha tenido alteraciones que se puedan considerar sustanciales con posterioridad a la fecha precitada.
Se expresó entonces en esta columna, y hoy se entiende que es indispensable reiterarlo una vez más, que se considera que no ha sido adecuada la política que ha prevalecido al respecto desde hace ya mucho tiempo en materia de recursos para la Universidad de la República, también para las demás entidades públicas de enseñanza, sin perjuicio de señalarse que en el último período de gobierno ello ha sido notoriamente mejorado (aunque no es posible afirmar si ya se ha llegado a poner a disposición de la Universidad de la República y demás entes de enseñanza los recursos necesarios para permitirles atender adecuadamente las necesidades del país en materia de cumplimiento de sus muy importantes, en realidad esenciales, cometidos). Como siempre se ha señalado en esta columna, tales recursos financieros son inversión indispensable, y no gasto.
Los conceptos precedentes, aunque expuestos muy sucintamente, resumen lo sustancial que tan importante cuestión induce a exponer. Su solución, en esencia, no se limita a la cuestión presupuestal: requiere que todas las autoridades con competencia en aspectos o áreas relacionados con la materia aborden conjuntamente su estudio para acordar fórmulas eficaces para la obtención de los mejores resultados; ello sin duda requiere un proceso que no puede ser breve.
La Universidad de la República ha promovido diversas decisiones tendientes a mejorar la enseñanza a su cargo: ha puesto en marcha importantes medidas de descentralización (tal como EL TELEGRAFO informó en su reciente edición del 14 de marzo de 2010); son en buena medida relativas a especialidades vinculadas con la producción agropecuaria; además ha sido importante la decisión que habilita cambiar de carrera sin tener que cumplir cursos especiales (antes llamados preparatorios), lo cual contribuirá a no dificultar la culminación de los estudios universitarios cuando tardíamente se advierte haber incurrido en error al elegir la carrera.
Vale decir: el incremento considerable de la matrícula universitaria es absolutamente indispensable, y se ha de ver favorecido con recientes medidas de la Universidad de la República que atienden reclamos, formulados particularmente desde el Interior. Por tanto, sin entrar, por no corresponder en el caso, al análisis de algunas disidencias que se han hecho a la gestión de dicha entidad, se ha entendido indispensable reiterar algunos de los conceptos expuestos en notas anteriores sobre asunto tan importante.