Deportes | 15 Mar A volcar la balanza
El Mundial 2010 significará la 11ª presencia uruguaya en los Mundiales. A lo largo de las 10 ocasiones en las que Uruguay participó en la máxima cita del deporte rey, la camiseta celeste disputó 40 partidos, de los cuales ganó 15, empató 10 y perdió otros 15, por lo que Sudáfrica 2010 será el Mundial en el que Uruguay puede mover la balanza para uno u otro lado en cuanto a partidos ganados o perdidos.
Cuestión de goles
A lo largo de su participación Mundialista Uruguay lleva anotados 65 goles, habiendo recibido 57, por lo que tiene en ese aspecto un balance a favor de 8 tantos.
Su máximo goleador en los Mundiales es Oscar Míguez, quien jugó los Mundiales de 1950 y 1954, habiendo marcado ocho goles: 5 en 1950 y 3 en 1954. Le sigue Pedro Cea, que anotó 5 goles en 1930, y Juan Alberto Schiaffino, quien festejó en otras tantas ocasiones, 3 en 1950 y 2 en 1954.
Más presencias
En cuanto al jugador uruguayo que jugó mayor cantidad de partidos en los Mundiales, sigue siendo Ladislao Mazurkiewicz, quien no hacía goles sino los evitaba. El golero participó en 13 partidos mundialistas entre 1966 y 1974.
El símbolo
Más allá de que han vestido la camiseta celeste figuras que han sido grandes referentes, como Héctor Scarone, Alcides Ghiggia o Juan Alberto Schiaffino, la figura de Obdulio Varela, el capitán del “Maracanazo”, es sin dudas el gran nombre a la hora de encontrar un símbolo histórico de la selección uruguaya.
El “Negro Jefe” jugó dos Mundiales, los de 1950 y 1954, habiendo anotado dos goles.
Lo más y lo menos
La alegría más grande para el fútbol uruguayo a nivel de los Mundiales ha sido sin lugar a dudas la victoria por 2 a 1 sobre Brasil en el Mundial de 1950. En aquella final, Schiaffino y Alcides Ghiggia anotaron los goles celestes en el segundo tiempo, luego de que en el inicio del partido disputado en Maracaná, Friaça había abierto el marcador para el local.
Una de las grandes tristezas, más allá de lo que significa de por sí estar afuera de una cita mundialista, ha sido la derrota por 6 a 1 ante Dinamarca en México 1986. Así como esa fue la mayor goleada recibida por Uruguay en los Mundiales, vale señalar que la victoria más abultada a favor de los celestes fue el 8 a 0 con el que se venció a Bolivia en 1950.

Los técnicos que dirigieron a la celeste
Nueve entrenadores dirigieron a la selección uruguaya de fútbol a lo largo de la participación celeste en los Mundiales. En 1930, el técnico que llevaría a los locales a su primera consagración en una cita de ese tipo fue Alberto Suppici, que inscribió su nombre en la historia grande del fútbol mundial al ser el primer técnico en ganar la Copa del Mundo.
Veinte años más tarde, en la vuelta de los celestes a la cita, el cargo de entrenador recayó sobre Juan López, quien al igual que su antecesor alcanzó el título de mejor del mundo con la selección uruguaya, que a esa altura tenía un envidiable historial, marcado por dos títulos en otras tantas participaciones.
Tras la consagración, López fue designado nuevamente como entrenador de Uruguay, ahora para encarar la cita de Suiza, en 1954, donde los celestes estuvieron cerca de clasificar a la final pero cayeron ante Hungría en la semifinal, quedando relegados a la lucha por el tercer y cuarto puesto, partido en el que perdieron por 3 a 1 frente a Austria.
El nombre de Juan Carlos Corazzo surgió como el del nuevo técnico de cara a la competencia de Chile, en 1962, ocasión en la que Uruguay se volvió en primera ronda. Cuatro años más tarde, Ondino Viera se hizo cargo de la selección para disputar el Mundial de Inglaterra, desde donde Uruguay se volvió en cuartos de final.
Juan Hohberg, ex jugador de selección, fue el técnico en México 1970, alcanzando un criticado cuarto puesto, tras perder ante Brasil 3 a 1 en semifinales y frente a Alemania 1 a 0 por el tercer lugar. Roberto Porta fue el entrenador en Alemania 1974, sin poder superar la primera ronda, mientras que Omar Borrás orientó al seleccionado en México 1986, retornando en octavos de final.
Oscar Tabárez tampoco pudo superar el escollo de los octavos de final en Italia 1990, mientras que Víctor Púa no pudo llevar a su selección más allá de la fase inicial en Japón-Corea 2002.
Hoy, la esperanza está centrada en que la experiencia de Oscar Tabárez pueda llevar a Uruguay un poco más arriba en Sudáfrica 2010, siendo el segundo técnico, después de Juan López, en haber dirigido a Uruguay en dos citas mundialistas.