Paysandú, Jueves 25 de Marzo de 2010
Locales | 21 Mar (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos) Sol, apenas una brisa y el termómetro por encima de los 20 grados. Los ojos sorprendidos por la eterna belleza femenina que vuelve a manifestarse con minifaldas y escotes. Motos, bicicletas, familias enteras caminando (y esquivando el tránsito). Los cafés y restaurantes con sus mesas en las veredas, atestadas.
Esto es lo que se llama Primavera. Que en la víspera se ha asomado en el hemisferio Boreal, para alegría de todos quienes por aquí retozamos. Atrás -parece- han quedado los fríos, los días demasiado cortos, la timidez del Sol. Atrás ha quedado la nieve y su blancura, tanto bella como peligrosa, cual esa mujer que ocupa nuestros sueños, a veces tan cercanos a pesadillas.
Primavera. Gringos al Sol como lagartos, hispanos caminando por la sombra y negros todavía vestidos con abrigos. Primavera. Gringos pala en mano comenzando las tareas para aprontar su jardín, hispanos esperando la gran temporada de trabajo en “landscaping” y negros bailando esa cosa que llaman música. Primavera. ¿Ummm? la parte sonriente de la vida. Como para ver el presente y asomarse al futuro con una sonrisa de oreja a oreja. Despues de tanto frío, de tantos días confinados en casa, refugiados en la calefacción, finalmente la temporada para el aire libre.
¿Aire libre? Pues alli estarán hoy decenas de miles de hispanos en Washington, en el Mall de la capital estadounidense, culminando la llamada Marcha por America, que exige al gobierno una reforma migratoria integral que permita la legalización de unos 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.
La marcha, que se hace anualmente, coincide con el hecho de que en estos días se hizo pública una iniciativa bipartidista de reforma migratoria integral anunciada por el senador demócrata Charles Schumer y el republicano Lindsey Graham, que el presidente Barack Obama calificó como “prometedora”, pues ofrece una vía “firme y justa” hacia la naturalización de los extranjeros que ya residen en Estados Unidos.
Pero, por otro lado, los inmigrantes latinos del este de Estados Unidos, especialmente aquellos que residen en New York, recibieron con disgusto el anuncio del controversial ejecutivo de Long Island, Steve Levy, quien abandonó el Partido Demócrata para buscar la nominación republicana a la gobernación de la llamada Gran Manzana. Su política y las leyes que ha promovido han alentado el sentimiento antiinmigrante y contra los hispanos en este país.
Pero la mayor herramienta con que cuentan los hispanos indocumentados es el voto de sus pares que han alcanzado la ciudadanía, pues este año se desarrollarán lo que se llaman elecciones intermedias. Y las encuestas indican con toda claridad que el principal elemento que los hispanos considerarán a la hora de otorgar su voto sera la posición de los políticos en torno a la reforma migratoria y lo que hayan hecho o harán para que la misma se concrete otorgando la posibilidad de que al menos once millones de indocumentados accedan a la misma luz que hoy brilla en esta Primavera, y puedan trabajar y estudiar sin temores.
La opinion hispana incluso es clave para el propio presidente Obama, pues los sondeos indican que la mayoría de los votantes hispanos respalda su trabajo general, pero ese apoyo baja a menos de la mitad cuando se considera su desempeño en el tema migratorio. Los movimientos en el tablero electoral aparecen bastante claros. Los republicanos apuestan al voto conservador gringo, que quiere a todos
los hispanos sin documentos fuera de Estados Unidos, sin comprender los perjuicios que sufriría la economía sin brazos que trabajen en aquellos empleos primarios que los “nacionales” no quieren realizar.
Los demócratas, en tanto, ponen todas sus fichas para captar el voto joven, el de los sectores progresistas gringos (termino cuya aplicación nada tiene que ver con la que se usa allá en el paisito y aledaños) y el de los hispanos.
Es que, en definitiva, ser político, actuar en política es un trabajo y lo que primero importa es mantener la fuente de trabajo, sea como funcionario electo o trabajando para algún funcionario electo.
Y en ese entorno, los temas son más o menos importantes dependiendo de como puedan repercutir a la hora de las urnas. Las elecciones intermedias son una herramienta que los hispanos pueden usar como nunca antes, porque también en filas inmigrantes costó mucho trabajo darse cuenta del poder que el voto pone en sus manos.
Ahora es el tiempo en que cada cual sabe lo que puede lograr con el simple hecho de apoyar a unos o a otros. Los candidatos también lo saben y les va el trabajo en ser o no elegidos. Y los al menos once millones de indocumentados miran sin poder tomar acción directa el desarrollo de este “partido”.
Hoy mismo, Washington será testigo de otra marcha inmigrante por una oportunidad para todos en este país que se precia por dejar que cada cual haga su camino al andar.
En el comienzo de la Primavera. Con el Sol brillando con más fuerza y la vida saliendo al frente desde todos los rincones. Primavera, amor, felicidad, alegría. Primavera. ¡Al fin!
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