Opinion | 25 Mar La filmación que un ciudadana realizó a inspectores de tránsito que circulaban a alta velocidad y luego la forma en que éstos la trataron ha casuado revuelo en Montevideo. En el Interior, las señales de cable e incluso algunos canales locales difundieron el caso y mostraron el video.
En el mismo se ve cómo la mujer comienza a filmar con su celular a una camioneta de funcionarios municipales de Tránsito, siendo luego detenida para aplicarle una multa, así como la forma grosera y avasallante con que es tratada.
Actualmente, los funcionarios denunciados por infringir el límite de velocidad fueron retirados de las tareas en la calle mientras dura la investigación administrativa de urgencia dentro de la Intendencia Municipal de Montevideo.
En una entrevista periodística, la intendenta Hyara Rodríguez manifestó su “indignación” por la actitud de los inspectores grabados en el video, en tanto que el director de División Tránsito, Gerardo Urse, dijo que no fue correcto el tratamiento que los funcionarios dieron a la conductora.
La denuncia también fue presentada ante el Defensor del Vecino de Montevideo, quien criticó la actitud de los funcionarios y recordó que fiscalizar a los funcionarios públicos es un derecho de los ciudadanos, incitándolos a denunciar este tipo de situaciones.
Lamentablemente, el ejercicio de la función pública en ocasiones es malinterpretado por algunos funcionarios que se exceden en sus funciones o actúan arbitrariamente. Sin embargo, el funcionario público es simplemente un servidor público. A veces --como en este caso-- le toca fiscalizar, otras atender un mostrador, otra dirigir una institución o una oficina pero eso no debería hacerle perder el Norte u olvidar cuáles son sus deberes y derechos y cuáles los de los demás.
Como siempre, toda generalización es mala e inconveniente. Y por eso, cabe aclarar la existencia de muchísimos buenos funcionarios públicos, cuya imagen se ve mancillada por la actuaciones de los que no lo son. Por eso mismo, hechos como el que todos vimos por televisión no deberían quedar impunes.
Episodios como ése mucho daño le hacen a la administración pública y también dejan lugar a otras lecturas. Por ejemplo, recordarle al ciudadano común que está a su alcance denunciar y --en tiempos en que la tecnología se lleva en el bolsillo o la cartera-- hasta hacerse de elementos de prueba con un simple celular.